La guardia civil imputa a un hombre por estafar a empresarios


La Guardia Civil ha imputado a un hombre de 52 años de edad como responsable de diversas estafas a empresarios cometidas durante todo el año 2014 en el cobro de publicidad en una revista que aludía de manera fraudulenta a su relación con el cuerpo.
Según informó este sábado la Dirección General de la Guardia Civil en una nota, el hombre ofrecía a comerciantes minoristas publicar anuncios de sus empresas en la revista de una asociación cultural aprovechando su presunta relación con la Guardia Civil, la cual no existe. Posteriormente les exigía el pago de facturas de cantidades que oscilan entre los 180 y los 300 euros correspondientes a la cuota del servicio supuestamente prestado de la inclusión de dicha publicidad.
Para dar veracidad a su actividad, el imputado llegaba a editar un pequeño número de ejemplares de la revista que enseñaba a sus víctimas, con lo que conseguía consumar el engaño.
Además de comprobar que la revista se imprimía en una imprenta propiedad del imputado ubicada en la localidad alicantina de Elche, los agentes demostraron que utilizaba como teléfono de contacto un número de tarifación especial 902, con lo que incrementaba el importe de lo estafado.
La Benemérita indicó que la única revista oficial y profesional de la Guardia Civil se llama ‘Guardia Civil’, de forma que “cualquier otra publicación que aluda en cualquier medida a esta Institución no tiene relación oficial alguna con la misma, por lo que el cuerpo no se responsabiliza de lo divulgado en ella”.
La oferta fraudulenta de publicidad en este tipo de revistas, creadas en muchos casos con la única finalidad de insertar anuncios publicitarios, es un asunto que afecta a gran cantidad de personas de buena fe que, creyendo hacer un bien para colegios de huérfanos, hermandades, mutuas, o fundaciones, entre otras, y, debidamente “manipuladas” por publicistas, contratan la inserción de publicidad creyendo que con ello ayudan a la Institución.
En ocasiones, se han empleado métodos agresivos y poco ortodoxos para captar anuncios, actitud que “no se corresponde con la forma de proceder de la Guardia Civil”, apuntó.

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