La guardia civil tendrá aviones no tripulados para vigilar la costa


La Guardia Civil anunció hoy la puesta en marcha de un proyecto que permitirá que este cuerpo de seguridad cuente con aviones no tripulados o “drones” para vigilar las costas españolas y controlar las fronteras.
Esta iniciativa fue presentada este jueves por el director del Instituto Armado, Arsenio Fernández de Mesa, quien presidió en la sede central de su institución, en Madrid, el acto de lanzamiento del denominado proyecto “Closeye”.
Según informó la Benemérita, este plan tiene como objetivo incorporar a los sistemas de vigilancia “nuevas herramientas como aviones no tripulados, satélites y aerostatos, entre otros dispositivos, para la mejora de la seguridad en las fronteras exteriores marítimas”.
Se da la circunstancia de que los “drones” han cobrado una importante actualidad en los últimos años, ya que el presidente estadounidense, Barack Obama, está usando estos dispositivos para atacar en otros países a terroristas islamistas.
En el caso de la Guardia Civil, Fernández de Mesa explicó este jueves que el objetivo es “incorporar a los sistemas de vigilancia marítima nuevas herramientas como aviones no tripulados, satélites y aerostatos, entre otros dispositivos, para la mejora de la seguridad fronteriza marítima”.
Además, se trata del primer proyecto europeo de innovación conducido y liderado desde el principio por Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La iniciativa “Closeye” se desarrollará durante 38 meses y tendrá un presupuesto de 12,2 millones de euros, de los que 9,2 millones los aporta la Unión Europea.
TRES FASES
El plan se estructura en tres fases. La primera sentará las bases para la definición de un servicio de vigilancia marítima basado en la fusión de información proveniente de los actuales sistemas en operación y de otros nuevos, como pueden ser aquellos basados en observación por satélite o sobre plataformas aéreas no tripuladas (UAVs).
Una vez definido dicho servicio, en la segunda fase, el consorcio liderado por la Guardia Civil, a través de la correspondiente licitación pública encargará a la industria suministradora el desarrollo e integración de un prototipo. En esta fase se abordará la validación real y sobre el terreno de las soluciones inicialmente diseñadas.
Esta validación operativa se llevará a cabo en operaciones conjuntas dirigidas por Frontex, a partir de las cuales se llevará a cabo un proceso para la obtención de las mejores conclusiones, que permitirán definir un estándar para la incorporación de nuevas plataformas para la vigilancia marítima.
La tercera fase se centrará en la evaluación de los resultados obtenidos durante la fase anterior y establecerá los fundamentos para la homologación de servicios y sistemas de similares características para su suministro al resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad europeos.

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