La LDH denuncia la expulsión de gitanos en Francia por los vecinos de barrio

  • El presidente de la Liga de los Derechos Humanos de Francia, Pierre Tartakowsky, criticó hoy la "regresión extremadamente grave" que supone la expulsión de un campamento de gitanos realizada anoche por los vecinos del barrio del norte de Marsella donde se habían instalado.

París, 28 sep.- El presidente de la Liga de los Derechos Humanos de Francia, Pierre Tartakowsky, criticó hoy la "regresión extremadamente grave" que supone la expulsión de un campamento de gitanos realizada anoche por los vecinos del barrio del norte de Marsella donde se habían instalado.

Esta acción "no surge por casualidad y es extremadamente inquietante", dijo a Efe Tartakowsky, al denunciar la expulsión de varias familias de gitanos en las proximidades de la Cité de los Créneaux, que culminó con el incendio de sus chabolas.

Cuando la gente comienza a hacer justicia por su cuenta, "es el retorno a la ley de la jungla", subrayó Tartakowsky, quien denunció la "violencia extremadamente bárbara" de la que anoche fueron víctimas alrededor de cuarenta gitanos, entre ellos, destacó, ancianos y niños.

Lo ocurrido demuestra "que a fuerza de expulsar de manera legal, y muy brutal, los campamentos de romanís", se da a la opinión pública la idea de que los gitanos "no son gente como los demás y pueden ser tratados de cualquier manera", basta con que haya motivos "reales o supuestos" de exasperación de una población, explicó.

Desde este verano, el Gobierno socialista francés ha desmantelado numerosos campamentos gitanos, acciones que la Comisión Europea considera se realizan legalmente y no son ya, como en tiempos del presidente conservador Nicolas Sarkozy, operaciones dirigidas colectivamente contra esa minoría de ciudadanos europeos, principalmente rumanos y búlgaros.

El diario regional "La Provence" informó hoy en su página web de que medio centenar de vecinos de la Cité de los Créneaux expulsaron y quemaron luego un campamento instalado hace cuatro días en un terreno de las proximidades y que la policía "solo pudo constatar los hechos y garantizar que no iba a producirse ningún desbordamiento".

En declaraciones a televisiones y emisoras francesas, los habitantes que ayer, hacia las 17.30 GMT, echaron a los romanís, aseguraron que todo pasó "pacíficamente".

"No hubo ninguna agresividad ni ningún incidente", dijo un vecino al canal BFM, mientras otro comentaba en France Info la exasperación colectiva luego de haber solicitado repetidas veces a las más diversas autoridades locales competentes que resolviesen el problema que les planteaba ese campamento.

"Dicen que era pacífico" y que solo incendiaron esas habitaciones una vez vacías a petición de los servicios municipales de limpieza, "pero no es la ciudadanía la que debe asegurar la higiene" de las ciudades, destacó el presidente de la LDH.

No se puede incendiar así unas viviendas; "organizaron una encerrona, la gente huyó y con el pretexto de que se habían ido dijeron que podían quemar sus cosas", pero era un barrio de chabolas, como hay tantos en Francia porque los poderes públicos no cumplen con las disposiciones sobre los alojamientos de urgencia, subrayó.

No solo fue un acto "de brutalidad inusitada, sino que además se atribuyen legitimidad administrativa", y, si es verdad que los vecinos del barrio habían prevenido a los poderes públicos, "es todavía más grave", en particular -señaló- tras la imponente cumbre gubernamental sobre la seguridad organizada en Marsella.

La seguridad "no pasa por que los ciudadanos hagan justicia ellos mismos. Eso es la inseguridad", concluyó el presidente de la LDH, quien espera que se abra "una investigación administrativa para ver quién decidió no hacer nada".

Tartakowsky quién consideró igualmente muy grave que la policía no interviniese, si resulta cierto que estaba en el lugar de los hechos en el momento de la expulsión.

Mostrar comentarios