La nueva bajada de la nota de Francia añade presión al Gobierno de Hollande

  • La nueva rebaja de la nota de Francia anunciada hoy por la agencia de calificación Standard and Poor's (S&P), la primera que retiró al país la privilegiada "triple A", puso hoy en el punto de mira las reformas económicas de François Hollande.

París, 8 nov.- La nueva rebaja de la nota de Francia anunciada hoy por la agencia de calificación Standard and Poor's (S&P), la primera que retiró al país la privilegiada "triple A", puso hoy en el punto de mira las reformas económicas de François Hollande.

Este aseguró no obstante que mantiene su "estrategia" económica para el país después de conocer esa rebaja y añadió: "confirmaré la estrategia, que es la nuestra, el rumbo, que es el mío".

Su primer ministro, Jean-Marc Ayrault, se apresuró a criticar a S&P por no tener en cuenta "todas las reformas que se han hecho", de las que dijo que "van a producir efectos y hay que esperar", y puso como ejemplo que la de las pensiones aún no se ha votado completamente.

"La firma de Francia es buena y nunca hemos emitido deuda a unos tipos tan bajos", declaró Ayrault tras conocer que S&P decidió rebajar la nota del país desde el nivel "AA+" al "AA" con perspectiva estable.

La decisión implica, entre otras cosas, que la posibilidad de bajarla otra vez, pero también de subirla, en los próximos dos años es inferior al 33 %, explicó S&P.

El razonamiento de la agencia para su decisión es que "es poco probable que el enfoque actual del Gobierno" con sus reformas "mejore de forma sustancial las perspectivas de crecimiento" a medio plazo.

La agencia valora como una "incapacidad del Gobierno" su actuación sobre la reducción de los gastos del Estado, circunstancia que "limita el margen de maniobra presupuestaria del país".

El ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, lamentó la decisión de S&P, por considerar que se basa en "juicios críticos e inexactos", teniendo en cuenta que su Ejecutivo, en los 18 meses que lleva en el cargo ha llevado a cabo "reformas de envergadura para restablecer la economía del país, sus finanzas públicas y su competitividad gracias a la escucha y el diálogo".

"Esta agencia no ha tomado suficientemente en cuenta esas reformas", señaló Moscovici, quien hizo notar que la "doble A" con la que se queda su país para S&P "es una de las más elevadas del mundo y una de las más elevadas de Europa", con lo que "somos un país extremadamente sólido".

"Francia sigue teniendo un crédito sólido" y "financiará su deuda a unos tipos de los más atractivos del mundo", aseguró el ministro al ser preguntado sobre el repunte registrado en los intereses que su país va a tener que pagar por esa deuda.

S&P estima que la deuda pública culminará en el 86 % del producto interior bruto (PIB) en 2015, y la actividad en 2013 crecerá a un ritmo "próximo a cero", mientras que en los dos próximos ejercicios lo hará a una cadencia "apenas superior al 1 % de media".

La agencia se fija especialmente en la evolución del desempleo, y predice que la tasa de paro seguirá por encima del 10 % hasta 2016, frente a una media de entre el 8 y el 9 % antes de 2012, y advirtió de que el nivel actual de desempleo "reduce el apoyo popular en favor de nuevas reformas estructurales".

Precisamente S&P se detiene en su análisis en la evolución prevista del desempleo, cuando Hollande ha prometido que en 2013 se verá cómo cambia la tendencia de incremento del paro, pero mientras los franceses no dejan de notar la constante destrucción de puestos de trabajo en la industria.

La noticia de la rebaja de la nota llega en una semana en la que la ciudadanía pudo conocer, por ejemplo, la suspensión de pagos de la filial francesa de la firma española Fagor, cuyos 1.800 empleados engrosarán las listas de desempleados.

Y en plena operación de resistencia civil, al menos de momento y violentamente en Bretaña, en el oeste del país, por la oposición a la aplicación de la ecotasa, un impuesto que ni siquiera había entrado en vigor, pero que había soliviantado los ánimos, de manera que obligó a recular al Gobierno y suspender su aplicación.

S&P advierte que los poderes públicos franceses tienen un margen estrecho para incrementar sus ingresos y alude precisamente al "creciente descontento de la opinión pública" por los impuestos, que ha dado lugar a correcciones de su estrategia por parte del Ejecutivo.

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