La planta eléctrica de Gaza cierra de nuevo pese al acuerdo con Egipto

  • La única planta eléctrica de Gaza, que genera un 35% del consumo de la franja, cerró hoy por falta de combustible industrial por tercera vez en dos semanas, pese al reciente anuncio de un acuerdo con Egipto para su revitalización, informó la Autoridad local de Energía y Recursos Naturales.

Gaza, 28 feb.- La única planta eléctrica de Gaza, que genera un 35% del consumo de la franja, cerró hoy por falta de combustible industrial por tercera vez en dos semanas, pese al reciente anuncio de un acuerdo con Egipto para su revitalización, informó la Autoridad local de Energía y Recursos Naturales.

Ahmed Abu Al-Amrin, representante de la Autoridad, señaló en un comunicado de prensa que El Cairo no ha enviado las cantidades de fuel acordadas alegando problemas técnicos, lo que ha obligado a una nueva clausura de la central.

El cierre se produce cinco días después de que el Gobierno de Hamás en Gaza anunciase un pacto con las autoridades egipcias para resolver la crisis eléctrica originada por el cierre de la central y que amenazaba con derivar en catástrofe sanitaria y medioambiental.

El acuerdo consta de tres fases y, en la primera, El Cairo debía haber suministrado el diesel para la citada planta y a la parte sur de la franja de cinco megavatios más de energía: 22 en vez de 17.

La clausura de la planta tiene su origen en una importante disminución del suministro de diesel que llegaba desde el Sinaí a través de túneles de contrabando.

En 2007, Israel impuso restricciones a la transferencia de fuel a Gaza, incluido el diesel industrial para la planta, lo que llevó al Gobierno de Hamás a empezar a importar combustible a través de los túneles.

Tres años más tarde, cuando la Unión Europea dejó de financiar el diesel para la central y a fin de evitar la dependencia del irregular e insuficiente flujo israelí, el Ejecutivo islamista empezó a adquirir también diesel a través de los subterráneos y a un precio notablemente inferior que la importación desde Israel.

Hace más de un mes que el Gobierno de Hamás no compra diesel a Israel, por lo que depende exclusivamente del que viene del Sinaí.

La Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas calcula que hasta la interrupción del suministro han entrado cada día en Gaza por los túneles entre 300.000 y 400.000 litros de diesel.

La actual capacidad de la planta más la electricidad comprada a Israel y Egipto apenas cubren el 62 por ciento de las necesidades energéticas de la franja.

Los problemas energéticos también están motivados en la división entre el Gobierno en Cisjordania de la ANP, vertebrado por Al-Fatah, y el de Hamás en Gaza.

El segundo no transfiere el coste del combustible a la ANP, que atraviesa importantes aprietos económicos y se niega a cargar con la factura.

A raíz de la escasez de combustible, la semana pasada el Comité Internacional de la Cruz Roja abasteció a los hospitales de Gaza con 150.000 litros de diesel industrial para que mantuviesen sus servicios de salud esenciales durante diez días.

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