La presión política deja al consejero del RBS sin su bonus millonario

  • La intensa presión mediática y política, con la amenaza de llevar el caso ante los Comunes, ha obligado a Stephen Hester, consejero delegado del Royal Bank of Scotland (RBS) -un banco rescatado por el Estado británico-, a renunciar a su bonificación millonaria.

Patricia Souza

Londres, 30 ene.- La intensa presión mediática y política, con la amenaza de llevar el caso ante los Comunes, ha obligado a Stephen Hester, consejero delegado del Royal Bank of Scotland (RBS) -un banco rescatado por el Estado británico-, a renunciar a su bonificación millonaria.

Hester comunicó anoche al Consejo de Administración del RBS que no cobrará este año un bonus de 963.000 libras (1,14 millón de euros), en forma de 3,6 millones de acciones del banco, cuyo 82 por ciento se encuentra en manos del contribuyente británico.

"Mejor tarde que nunca", opinó hoy el líder sindical David Fleming, de la organización Unite, mientras el Gobierno británico aplaudía la decisión de Hester y el opositor Partido Laborista se apuntaba el tanto de generar la fuerte presión política.

El caso del banquero y su bonificación millonaria había desatado furor en el Reino Unido, donde la crisis comenzó en 2008 precisamente por las graves pérdidas de los bancos, con el RBS y el Lloyds Banking Group como principales protagonistas.

Había colocado además en una situación incómoda al Gobierno del conservador David Cameron, criticado por no intervenir pese a que apuesta por un "capitalismo responsable" y quiere hacer más transparentes los sueldos millonarios de los altos ejecutivos, de forma que puedan ser bloqueados por los accionistas.

Visiblemente aliviado, el ministro británico de Finanzas, George Osborne, agradeció la "considerada" decisión de Hester, que permitirá al banquero, aseguró, "concentrarse en el trabajo que debe hacer: devolver miles de millones de libras en dinero del contribuyente que fueron invertidos en el RBS".

Debido a sus enormes pérdidas, el banco escocés fue rescatado en 2008 con 45.000 millones de libras (unos 54.000 millones de euros) de dinero público -ahora vale mucho menos- y desde entonces ha anunciado recortes de 11.000 empleos, la mitad de su fuerza laboral.

Al frente del banco estaba entonces Fred Goodwin, quien se retiró con una pensión vitalicia multimillonaria pese a su pésima gestión y fue sustituido como consejero delegado por Hester ya aprobado el rescate, a finales de 2008.

Según el diario "The Guardian", Stephen Hester aún puede recibir primas en forma de acciones del RBS por hasta ocho millones de libras (unos 9,5 millones de euros), en virtud de acuerdos contractuales condicionados a la buena marcha del banco.

Su sueldo anual es de 1,2 millones de libras (unos 1,4 millones de euros) y el Consejo de Administración del RBS había accedido el jueves a otorgarle la millonaria bonificación por entender que su desempeño era satisfactorio.

Hester, que comunicó su renuncia al bonus desde Suiza, donde estaba de vacaciones, se vio no obstante acorralado después de que, este fin de semana, el presidente del RBS, Philip Hampton, anunciase su renuncia a una prima de 1,4 millones de libras (1,6 millones de euros) en acciones y, sobre todo, por la presión política.

El líder opositor, el laborista, Ed Miliband, había señalado que la abultada bonificación del banquero debería ser votada en la Cámara de los Comunes, algo que no tenía carácter vinculante pero hubiera sido causa de mayor bochorno.

"Stephen Hester ha hecho lo correcto. Es una pena que alguien que está fuera del sentir de la calle, como es David Cameron, no se diese cuenta de que tenía que hacer lo correcto y defender los intereses de los británicos", apuntó Miliband.

El propio gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, ha pedido en varias ocasiones que se reduzcan las bonificaciones a los ejecutivos de la banca británica y ha calificado de "poco brillante" su actuación durante la crisis de 2008.

"Estamos atravesando una crisis que oprime como nunca antes los niveles de vida, pero los afectados por ella no son los responsables de la crisis", subrayó King recientemente.

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