La presión sobre la deuda de Portugal continúa estable pero por encima del 6%

  • La presión que ejercen los inversores sobre la deuda soberana de Portugal continúa sin experimentar grandes cambios, contrariando la volatilidad que ha marcado su evolución en los últimos tres años, aunque se mantiene por encima del 6 %.

Lisboa, 4 nov.- La presión que ejercen los inversores sobre la deuda soberana de Portugal continúa sin experimentar grandes cambios, contrariando la volatilidad que ha marcado su evolución en los últimos tres años, aunque se mantiene por encima del 6 %.

Los títulos a diez años cotizaban hoy en el mercado secundario -donde se compran y venden las obligaciones adquiridas en subasta pública- al 6,1 % de interés, una cifra de la que prácticamente no se ha movido desde principios de octubre.

Este mercado secundario es seguido al detalle por los analistas, que consideran estas tasas una referencia para poder pronosticar a cambio de qué intereses podría Portugal colocar su deuda.

El país, bajo la asistencia financiera de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI) desde mayo de 2011, debe volver a emitir títulos a largo plazo -es decir, con un vencimiento superior a dos años- en breve debido a que dejará de recibir los fondos del rescate en junio de 2014.

De no conseguir vender deuda a cambio de intereses sostenibles, Portugal se vería abocado a un segundo rescate, una hipótesis que no descartan los expertos pero que el Gobierno luso quiere evitar a toda costa.

En una tesitura similar se encuentra Irlanda, que solicitó el rescate financiero a finales de 2010, aunque en su caso la presión del mercado ha caído de forma notable y actualmente sus obligaciones a diez años cotizan a una penalización del 3,5 % -inferior incluso a la de España e Italia- lo que ha alejado la posibilidad de que Dublín necesite nuevamente de otro préstamo internacional.

A dos y cinco años, los inversores exigían hoy para comprar títulos lusos un 3,5 y un 5 % de rentabilidad, respectivamente, en torno a una décima menos que hace una semana.

El Ejecutivo portugués, de signo conservador, confía en mejorar la opinión de los inversores sobre el futuro de Portugal -y lograr así, por tanto, un descenso de los intereses- con la aprobación definitiva de los Presupuestos de 2014, que incluyen medidas para ahorrar 3.900 millones de euros y cumplir así con su objetivo de déficit público, establecido en el 4 % del PIB para el próximo año.

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