La prima de riesgo española, medida por la diferencia entre el interés del bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, comenzaba hoy su andadura en el mercado secundario en 224 puntos básicos, sin cambios respecto al cierre de ayer.
Esto se debe a que los rendimientos de ambos bonos apenas se habían movido de los niveles alcanzados ayer, ya que el español se situaba en el 5,265%, frente al 5,266% previo, y el alemán no se movía del 3,025% con que cerró la sesión precedente.
El mercado se encontraba, pues, a la espera de que la Comisión Europea presente sus recomendaciones de política económica para España y los demás países miembros de la UE, en las que determinará si las medidas adoptadas son suficientes o si es necesario ir más allá en la consolidación de las cuentas públicas y las reformas.
Hasta entonces, la prima de riesgo griega mejoró en diez puntos básicos, es decir, cayó hasta 1.253, después de que ayer, el primer ministro, Yorgos Papandréu, ratificara su compromiso de mantener a Grecia dentro de la Eurozona y evitar su quiebra, al tiempo que introdujo la idea de celebrar una consulta sobre las reformas previstas.
Por el contrario, el riesgo país irlandés empeoraba hasta los 751 puntos básicos, nueve más que ayer, mientras que el mercado portugués aún no había iniciado sus operaciones.
Los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) referentes a España cotizaban en la apertura a 238.540 dólares anuales para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares en bonos españoles a 10 años.
Respecto a los futuros, los que pronostican el comportamiento de la deuda europea caían hasta el 125,43% desde el 125,44 % de la víspera, en tanto que los que anticipan el comportamiento de la estadounidense parten hoy del 123,08 %.
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