La prima de riesgo lusa sigue estable y su deuda cotiza por debajo del 6 %

  • La presión que ejercen los mercados sobre la deuda soberana de Portugal da señales de estabilidad, en contraste con la volatilidad que presentaba anteriormente, y sus títulos a diez años continúan por debajo de la barrera del 6 %.

Lisboa, 19 nov.- La presión que ejercen los mercados sobre la deuda soberana de Portugal da señales de estabilidad, en contraste con la volatilidad que presentaba anteriormente, y sus títulos a diez años continúan por debajo de la barrera del 6 %.

Según los datos del mercado secundario, -donde se compra y vende la deuda adquirida en subasta pública-, las obligaciones lusas a diez años cotizaban hoy al 5,9 %, en línea con los números de las últimas semanas.

De esta forma, el diferencial respecto al bono alemán, -conocido como prima de riesgo-, se situó en torno a los 420 puntos básicos, mientras que el de Irlanda se acercó a los 184 puntos, el de España e Italia rondó los 240 puntos, y el griego se disparó hasta los 680 puntos.

A pesar de que esta estabilidad es una señal positiva para los intereses lusos, el país necesita que la presión sobre su deuda se alivie todavía más, según coinciden la mayoría de expertos y analistas.

Portugal dejará de recibir los fondos del rescate financiero internacional en junio de 2014, por lo que en los próximos meses debe volver a recuperar su calendario de subastas de títulos a largo plazo, -con vencimiento superior a dos años-, y conseguir colocar su deuda a cambio de intereses sostenibles.

De no lograrlo, el país se arriesga a necesitar de un segundo rescate para no caer en la bancarrota, una hipótesis que el Gobierno luso quiere evitar por todos los medios.

El ministro de Exteriores luso, Rui Machete, aseguró recientemente que sólo será posible no necesitar de más ayuda si las obligaciones lusas a diez años bajan en el mercado secundario hasta el 4,5 %, lejos todavía de la tasa actual, aunque posteriormente matizó sus palabras y precisó que apuntó a esa cifra simplemente como un ejemplo.

A dos y cinco años, los títulos portugueses se vendían hoy a cambio de una rentabilidad del 3,4 % y del 4,8 %, respectivamente, prácticamente la misma que la exigida por los inversores a principios de noviembre.

En este contexto Portugal afronta mañana su última emisión de deuda a corto plazo del año e intentará colocar entre 750 y 1.000 millones de euros a tres y doce meses.

Este tipo de subastas, al contrario que en el caso de las obligaciones a largo plazo, no se han suspendido por la recepción de la ayuda financiera internacional y se realizan de forma periódica, normalmente una vez al mes.

El Tesoro luso, que ha logrado colocar estos bonos a intereses cada vez menores, confía en que la emisión de mañana confirme esa tendencia.

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