La Seda se plantea vender activos de su división química para lograr ingresos

  • La compañía química La Seda de Barcelona, que preside el portugués Carlos Moreira, se plantea vender activos de su división química por separado para obtener ingresos que le permitan compensar la fallida ampliación de capital que intentó antes del verano.

Barcelona, 29 oct.- La compañía química La Seda de Barcelona, que preside el portugués Carlos Moreira, se plantea vender activos de su división química por separado para obtener ingresos que le permitan compensar la fallida ampliación de capital que intentó antes del verano.

En un encuentro con periodistas posterior a la Junta Extraordinaria de accionistas que se ha celebrado hoy en Barcelona, Moreira, que es a la vez el máximo directivo del primer accionista de La Seda, BA Vidro, ha asegurado que su "escenario preferido" es seguir buscando un "socio estratégico" para la división química, denominada Artenius Holding.

No obstante, si los contactos que hay en marcha con varios grupos no fructifican, La Seda baraja la venta de activos por separado, y en todo caso la compañía quiere tener cerrada la solución a sus dificultades financieras antes de que acabe el primer trimestre de 2013.

Moreira no ha dado detalles de las plantas que se plantea poner a la venta, pero ha subrayado que, en las actuales circunstancias, es "muy difícil" desprenderse "a buenos precios" de activos en España, Italia, Grecia o Portugal.

La Seda cuenta, sin embargo, con plantas en otros países, entre ellos Turquía, donde la producción está a pleno rendimiento, y precisamente el grupo está perfilando la segregación del negocio químico del de envases en ese país.

La compañía de El Prat de Llobregat decidió en mayo poner en marcha una ampliación de capital de 40 millones para financiar el crecimiento de su división de envases, pero la dejó sin efecto en julio al recibir peticiones por solo 12,27 millones de euros.

Descartada esta vía, La Seda vendió a principios de septiembre los derechos de propiedad industrial e intelectual que tiene en el sector químico, pero la operación, por la que ingresó 12,9 millones, le provocó unas minusvalías de nueve millones.

Ahora La Seda vive un momento de "normalidad relativa", según su presidente, ya que la situación del sector petroquímico y químico es "muy difícil" por la crisis que viven los países del sur de Europa.

De hecho, Moreira ha opinado que "una de las razones" del fracaso de la ampliación de capital cabe buscarla en la desconfianza derivada de la crisis de la zona euro, que hizo que en la última fase de la ampliación del capital se echaran para atrás algunos inversores americanos interesados en aportar capital a la compañía.

Así pues, la compañía se encuentra en una coyuntura "bastante triste", porque el marco económico es de una recesión "muy bestial" que hace que se piense que los países del sur de Europa están "hundidos", según Moreira.

En cualquier caso, Moreira ha dejado claro que no se plantean ninguna venta en la división de envases, y ha precisado que, por el momento, no se plantean ajustes de plantilla en la fábrica de El Prat de Llobregat, que actualmente está funcionando al 70% de su capacidad.

La Seda cerró el primer semestre del año con unas pérdidas de 39,3 millones de euros, frente a los 5,5 millones del mismo período del año anterior, y Moreira ha evitado hacer estimaciones sobre cómo se cerrará el año, si bien ha subrayado que no puede haber beneficios en las actuales circunstancias.

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