La subasta del Palacio del Nuncio queda desierta en su primera convocatoria

  • La subasta del conocido como Palacio del Nuncio de Aranjuez, propiedad de Afinsa, inmersa ahora en un proceso de administración concursal, ha quedado desierta en la primera convocatoria que se ha celebrado hoy.

Aranjuez (Madrid), 24 abr.- La subasta del conocido como Palacio del Nuncio de Aranjuez, propiedad de Afinsa, inmersa ahora en un proceso de administración concursal, ha quedado desierta en la primera convocatoria que se ha celebrado hoy.

Ninguna empresa se ha presentado a la convocatoria, que ha tenido lugar en la notaría Lucas y Cadenas de Madrid esta mañana, por lo que la subasta del edificio queda emplazada a una segunda cita para el 20 de mayo próximo.

El inmueble, que ha salido a subasta con un precio de 5,3 millones de euros, es en la actualidad un centro de formación y negocios, que continúa su actividad normal mientras no exista una nueva dirección.

Sus instalaciones se encuentran en el edificio conocido en Aranjuez como Palacio del Nuncio, ubicado en una manzana de la calle Príncipe, en la que desde tiempos de Fernando VI las viviendas pertenecían a la nobleza, que las utilizaba como residencia cuando los Reyes de España acudían al Real Sitio a pasar la primavera o el verano.

Por esta razón, eran conocidas como "casas de jornadas", utilizadas también por personajes a los que sus propietarios invitaban, como es el caso del Nuncio de Roma, que venía a negociar con la realeza al tiempo que pasaba una temporada de descanso en Aranjuez.

Se piensa, por las fechas recogidas en los archivos, que el Nuncio en cuestión podría haber sido o Girolamo Spinola o Lázaro Opizio.

Lo cierto es que el edificio tuvo como primer propietario a Manuel de Iruegas, "un destacado cortesano y burócrata que ocupó el significado cargo de director de las Reales Fábricas de Paños bajo los auspicios del rey Fernando VI", según consta en el estudio realizado por Miguel Laso, profesor de la Universidad Europea.

La posesión la mantuvieron los Iruegas hasta la Guerra de la Independencia, pero no está muy claro si los Condes de Oñate fueron sus propietarios posteriormente, ya que estos mismos aristócratas se construyeron en época de Isabel II un palacete en otra zona de Aranjuez, donde actualmente se encuentra la finca de Trapote.

También se sabe que la casa estuvo en manos de los condes de Mugiro, una familia muy influyente durante el siglo XVIII, que tuvo posesiones en Aranjuez hasta mediados del siglo XX, ostentando uno de ellos el privilegio de haber sido el testador de Goya.

La manzana donde está ubicado el Palacio también reúne la peculiaridad de haber albergado la vivienda que utilizó el escritor José Luis Sampedro durante su estancia en Aranjuez, estando esta situada justo al otro extremo de la conocida como del Nuncio.

El edificio fue rehabilitado en 2002 como Escuela de Formación y Negocios, actividad que se sigue ejerciendo en la actualidad.

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