La UE planteará ante la OMC supuestas trabas argentinas al ingreso de alimentos

Buenos Aires.- La Unión Europea (UE) planteará sus quejas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por las supuestas trabas argentinas a la importación de alimentos durante una reunión que se desarrollará la semana próxima en Bruselas, informó hoy la prensa bonaerense.

El planteamiento será realizado el lunes durante un encuentro del Consejo de Comercio de Mercancías del organismo, anticipó al diario El Cronista el director general adjunto de Comercio de la Comisión Europea, João Aguiar Machado.

Aguiar Machado participa en Buenos Aires de las discusiones que retomaron esta semana representantes del Mercado Común del Sur (Mercosur) y la UE para un acuerdo de asociación política y comercial.

"Fue difícil relanzar la negociación y en el momento en que lo estamos haciendo, nos encontramos con exportaciones de alimentos bloqueadas. Es un contrasentido", sostuvo Aguiar Machado.

El representante de la Comisión Europea (CE) calificó de "ilegales" las supuestas restricciones a la importación de alimentos a Argentina, que no ha aplicado ninguna medida formal para frenar el ingreso de productos extranjeros, si bien algunos importadores se han quejado de presiones y demoras burocráticas en las tramitaciones aduaneras.

"La verdad es que los contenedores están parados en el puerto. Y esto nadie lo puede negar. El comercio fue afectado y, además, los operadores económicos, para evitar los riesgos, deciden cancelar los contratos", señaló el funcionario europeo.

"El problema es que este tipo de medidas, además de su impacto directo en el comercio, afectan la confianza para conducir esta negociación" entre la UE y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), insistió el director adjunto de Comercio al diario La Nación.

Aguiar Machado dijo que la preocupación fue transmitida a los representantes de Argentina, presidente temporal del Mercosur, durante las reuniones que mantienen desde el pasado martes para alcanzar un acuerdo entre ambos bloques.

Ante el planteamiento, los representantes del Gobierno de Cristina Fernández consideraron que ése no es el ámbito adecuado para abordar el tema, reprodujo el funcionario.

"Les expliqué que quería ser abierto y transparente, porque este problema bilateral puede tener implicaciones regionales", contó.

El canciller argentino, Héctor Timerman, negó este miércoles junto a su homólogo brasileño, Celso Amorim, que su país aplique medidas comerciales que puedan "afectar" la negociación entre la UE y el Mercosur.

También el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, insistió esta semana en que "no existen bloqueos" al comercio y aseguró que "no hay ningún otro interés que no sea cuidar los propios productos".

El secretario de Industria, Eduardo Bianchi, fue más allá y consideró que "si hay alguien proteccionista, ésa es la Unión Europea", que aplica "mecanismos sofisticados para disimular subsidios a sus productos agrícolas".

"Europa tiene una serie de subsidios en el sector agrícola, que no agradan a la Argentina, pero que son puramente legales en los cuadros de la OMC", argumentó Aguiar Machado.

El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, sostuvo el martes en Luxemburgo que "si persisten las medidas" argentinas, las negociaciones con el Mercosur "se verán necesariamente afectadas".

La delegación europea que llegó a Buenos Aires se reunió el miércoles con el ministro argentino de Agricultura, Julián Domínguez, y hoy prevé entrevistarse con la titular de la cartera de Industria, Débora Giorgi.

Sin embargo, los funcionarios no serán recibidos por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a quien se le adjudica la instrumentación de las trabas.

Los funcionarios técnicos de ambos bloques volvieron a sentarse en torno a la mesa de negociación tras seis años de paréntesis y luego de que en mayo pasado ambos bloques sellaran en Madrid un pacto político para relanzar las conversaciones iniciadas en 1999.

Colectivos agropecuarios europeos rechazan las negociaciones con el Mercosur porque, a su juicio, un acuerdo les perjudicará frente a la competencia de los suramericanos, que están entre los mayores productores mundiales de alimentos.