La unión bancaria provocará un impulso en proceso de concentración del sector

  • La puesta en marcha de la Unión Bancaria este año conllevará consecuencias "muy importantes" para las entidades, como una reducción de la fragmentación financiera, una mayor resistencia a crisis futuras o el impulso de un proceso de consolidación y concentración en el sector europeo.

Madrid, 21 feb.- La puesta en marcha de la Unión Bancaria este año conllevará consecuencias "muy importantes" para las entidades, como una reducción de la fragmentación financiera, una mayor resistencia a crisis futuras o el impulso de un proceso de consolidación y concentración en el sector europeo.

"Y es que el sector se encamina hacía una gradual reducción de su tamaño que podría redundar en un menor protagonismo de su actividad en la financiación de la economía".

Estas son algunas de las principales conclusiones del informe "La Unión Bancaria, un proceso irreversible en marcha" elaborado por PwC y el IE Business School, que ha sido presentado hoy, y en el que se pone de manifiesto que este proceso de concentración podría elevar los niveles de rentabilidad de la banca y dar respuesta a las exigencias de la nueva normativa única.

Durante la presentación del informe, la directora general adjunta de Regulación Financiera de la Comisión Europea, Nadia Calviño, ha dicho que la crisis de deuda puso de manifiesto la necesidad de una Unión Bancaria en Europa.

Un nuevo mecanismo, que en su opinión, tendrá como reto "más importante" devolver la confianza a la banca, para que sea de nuevo "un agente que contribuya a la mejora de la economía".

De la misma manera, Calviño, que ha asegurado que Europa analiza la forma de recuperar el mercado de titulizaciones, se ha mostrado confiada en que se alcance un acuerdo político entre el Parlamento y el Consejo Europeo para dar el visto bueno a la Unión Bancaria.

Un proyecto que, según el informe publicado hoy, obligará a las entidades en el corto plazo a afrontar importantes retos como la evaluación exhaustiva a la que se someterán en los próximos meses.

Además, tendrán que adaptarse a un nuevo modelo de supervisión operativo, preventivo y estratégico del Banco Central Europeo (BCE), que se apoyará más en la revisión del control interno, de la gobernaza y de la solvencia que en la revisión contable.

Una nueva supervisión que difiere mucho de la actual en España según ha asegurado hoy el consejero ejecutivo del BBVA, José Miguel González-Páramo, para quien la Unión Bancaria no podrá ser viable en el tiempo, si Europa no lleva a cabo otras reformas como la unión fiscal y política, que terminen de respaldar este proyecto.

Por último, el informe presentado hoy también advierte de que los bancos deberán prestar máxima atención a la planificación de los criterios de capital y liquidez, en tanto que a medio y largo plazo, las repercusiones para las entidades vendrán dadas, en buena parte, por la entrada en vigor del mecanismo de resolución.

Pese a estas advertencias, el estudio pone en valor la puesta en marcha de la unión bancaria, que servirá para hacer frente a futuras crisis, limitando el efecto contagio.

También contribuirá a una mejor transmisión de la política monetaria, y en particular la de tipos de interés, a la economía real, "que en los últimos años se ha visto afectada por distorsiones generadas por la fragmentación de los sistemas financieros, que han provocado situaciones de discriminación en la concesión del crédito".

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