Las empresas medianas despegan en Bolsa a pesar de mediáticas quiebras

    • Los sonados fracasos no impiden que el mercado para empresas alternativas empiece a dar sus frutos.
    • Un experto señala que dar confianza a los inversores se consigue evitando fiascos
Las empresas medianas despegan en Bolsa a pesar de mediáticas quiebras
Las empresas medianas despegan en Bolsa a pesar de mediáticas quiebras
Enrique Utrera

Nada escenifica mejor que el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) la fina línea que separa el cielo del infierno para las empresas medianas que tratan de abrirse camino en medio de una crisis interminable que está dejando un reguero de víctimas en el camino. Frente al quinteto de triunfadores que forman Carbures, Gowex o Medcomtech o compañías como Ebioss y Eurona que se han ganado el derecho a cotizar durante toda la sesión -y no sólo dos veces al día como muchas otras compañías de este mercado- hay otro grupo de empresas cuya corta trayectoria bursátil es un sonoro fracaso.

En poco más de dos meses y a pesar de que España ya ha dejado atrás oficialmente la recesión, 2014 ya ha dejado algunas quiebras sonadas. Han caído Husa Hoteles o la empresa Codere, y también dos insignes miembros del MAB como Bodaclick y Zinkia. Y empresas de este mercado que estaban suspendidas de negociación al menos desde hace un año como Grupo Nostrum o Negocio y Estilo de vida han sido excluidas definitivamente del sistema.

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Vencedores y vencidos escenifican la evolución de unas compañías que ante la falta de financiación bancaria han tenido que salir al mercado a buscar la financiación necesaria para sus proyectos. Algunos como Zinkia -la dueña del popular personaje para niños Pocoyó- no ha podido soportar el peso de una gran deuda de 11 millones de euros. La compañía sigue en fase de desarrollo y con nuevos proyectos en marcha, pero la rebaja de su previsión de ingresos para 2013 en nada menos que un 41% le ha retirado el apoyo de los inversores.

El grupo es uno más de la legión de compañías -8.934 en 2013- que se han visto obligadas a solicitar el concurso voluntario de acreedores, aunque sigue luchando como gato panza arriba para salir adelante. La empresa que preside José María Castillejo firmó a medianos de febrero sendos acuerdos estratégicos en Canadá y Estados Unidos para renovar su actividad comercial en el mercado norteamericano.

Como Zinkia, el grupo organizador de eventos Bodaclick ha sufrido una gran crisis de liquidez que le ha forzado a solicitar el concurso para ganar capacidad de negociación con los acreedores. El grupo continúa con su actividad normal y trabaja para presentar un plan de viabilidad razonable. "Llama más la atención porque son empresas jóvenes y porque el mercado percibe el MAB como un mercado de riesgo mayor que el tradicional por el escaso tamaño de sus empresas. Pero en el mercado continuo han caído Pescanova tras un escándalo contable extraordinario o Codere. Es la ley del mercado", aseguran en un banco asesor de empresas del MAB que prefiere no ser citada.Mercado muy vivo

Los sonoros fracasos de un mercado tan joven como el MAB no encubren que, aunque le queda mucho por andar, se empiezan a cumplir los objetivos que se trazaron con su lanzamiento. En 2013 las empresas del mercad contrataron 279 millones de euros, más que multiplicando por diez las cifras de 2009. Y las empresas han captado 45 millones en las salidas a bolsa más las ampliaciones de capital posteriores. Cifras todavía modestas pero que crecen año a año.

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"El objetivo del MAB debe ser evitar casos como los de Negocio. No se puede dar entrada a empresas que llegan a este mercado a la desesperada, como último recurso porque su propia situación financiera es insalvable. Hay que dar confianza a los inversores, y eso se consigue evitando fiascos", señala un asesor registrado del mercado.

En cualquier caso, los inversores están demostrando que están dispuestos a asumir riesgos en este tipo de compañías si los proyectos empresariales son buenos. Empresas como Gowex han realizado presentaciones en plazas financieras como Londres y Nueva York en una demostración de que lo pequeño, si es bueno, también es atractivo para los inversores. Sin término medio, el mercado para empresas alternativas empieza a arrojar más luces que sombras, que estas últimas sean muy alargadas.

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