Londres promete dar más autonomía fiscal a Belfast si hay acuerdo de paz

  • Irlanda del Norte podría rebajar su impuesto de sociedades para atraer inversiones extranjeras si sus partidos llegan a un acuerdo en la ronda de conversaciones que mantienen para solucionar los problemas que afectan al proceso de paz en la provincia británica.

Dublín, 3 dic.- Irlanda del Norte podría rebajar su impuesto de sociedades para atraer inversiones extranjeras si sus partidos llegan a un acuerdo en la ronda de conversaciones que mantienen para solucionar los problemas que afectan al proceso de paz en la provincia británica.

Así lo prometió hoy el ministro británico de Economía, George Osborne, al presentar en la llamada Declaración de otoño sus prioridades para los presupuestos generales del próximo marzo -dos meses antes de la celebración de las elecciones generales del Reino Unido-.

En caso de que la citadas conversaciones de paz llegasen a buen puerto, dijo el titular de Finanzas, el Gobierno de Londres accedería a devolver al Ejecutivo autónomo de Belfast, de poder compartido entre católicos y protestantes, las competencias económicas necesarias para modificar ciertas medidas fiscales.

A pesar de sus diferencias, las formaciones norirlandesas coinciden en la necesidad de rebajar el impuesto de sociedades para equipararlo con el de la vecina República de Irlanda, que recibe importantes inversiones extranjeras gracias a que esa tasa se sitúa en el 12,5 %, frente al 20 % de Irlanda del Norte.

"Las competencias económicas podrían ser devueltas si el Ejecutivo de Irlanda del Norte demuestra que es capaz de gestionar sus asuntos financieros", declaró hoy Osborne, quien adelantó que ese proceso podría concluirse antes de los citados comicios generales.

El ministro principal norirlandés, el unionista protestante Peter Robinson, celebró hoy el planteamiento efectuado por el canciller del Exchequer, al tiempo que culpó a los partidos nacionalistas católicos de la falta de avances.

Esta nueva ronda de conversaciones entre las formaciones comenzó el pasado mes de octubre y está presidida por el enviado especial de Estados Unidos a Irlanda del Norte, Gary Hart, quien tiene previsto viajar a Belfast esta semana para dar un último impulso al proceso.

El exsenador demócrata mantuvo entonces los primeros contactos con los partidos, divididos por asuntos como el de las banderas, los desfiles o el legado de casi 30 años de un conflicto armado que causó más de 3.500 muertos.

A finales del pasado año, el mediador estadounidense Richard Haass ya mantuvo conversaciones con los partidos para tratar de resolver los asuntos delicados que afectan la marcha del proceso de paz.

Aquellas conversaciones concluyeron sin éxito y las diferencias entre las formaciones continúan creciendo, lo que afecta a la toma de decisiones de importancia para el funcionamiento de la autonomía, como puede ser la adopción de una política presupuestaria o la reforma del sistema de bienestar social.

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