Los asesores legales del "banco malo" español destacan "su gran flexibilidad"

  • Los asesores legales del futuro "banco malo" español destacaron hoy en Londres la "gran flexibilidad" que ofrecerá esta institución a los inversores debido a su estructura legal de sociedad anónima ordinaria, y no pública, que le permitirá realizar todo tipo de operaciones.

Londres, 7 nov.- Los asesores legales del futuro "banco malo" español destacaron hoy en Londres la "gran flexibilidad" que ofrecerá esta institución a los inversores debido a su estructura legal de sociedad anónima ordinaria, y no pública, que le permitirá realizar todo tipo de operaciones.

En una presentación en la capital británica ante potenciales clientes, representantes del bufete Cuatrecasas, que junto con otros consultores han contribuido al diseño de la institución, explicaron sus particularidades.

"Hemos intentado subrayar la flexibilidad que tiene el vehículo español para operar en todo tipo de transacciones, con toda clase de inversiones y de atender a todo tipo de personas", explicó a Efe Fernando Mínguez, experto en regulación bancaria y financiera.

La Sareb -acrónimo de Sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria- empezará a funcionar en diciembre con unos 45.000 millones de euros en activos tóxicos aportados por las entidades en manos del Estado, que se los venderá con un descuento medio del 63 % para garantizar a quien invierta en ella una rentabilidad futura de al menos el 14 %.

Este "banco malo" será diferente de su equivalente irlandés, al que se le ha comparado "de forma inexacta", según los asesores, ya que el segundo es una institución estatal mientras la entidad española es una sociedad ordinaria, con un máximo de capital público del 50 %.

La Agencia irlandesa de gestión de activos (NAMA) se estableció en 2009 con legislación específica, mientras que la Sareb se regula por la ley de sociedades con salvedades ajustadas a su caso, lo que le otorga "toda la capacidad de actuación que el derecho español concede a esas sociedades", según Mínguez.

"En el desarrollo de su plan de desinversión, esta compañía puede vender activos directamente, crear vehículos, acudir a los fondos especiales que se han creado para ella, entrar en todo tipo de negocios y firmar toda clase de acuerdos", precisó el experto.

Para el contribuyente español, la entidad presenta dos riesgos fundamentales, dado que el Estado interviene por dos vías, con la inversión de capital (la mitad de los recursos propios de la institución) y avalando su deuda.

"Los riesgos son que el capital público invertido se pierda, lo que en última instancia se transformaría en déficit público, o que las cosas fueran mal y, en la medida en que la deuda de la compañía está avalada por el Estado, que este tuviera que asumirla y sufriera así pérdidas adicionales", reconoció Mínguez.

Los asesores de Cuatrecasas explicaron hoy en Londres a los inversores los rasgos generales y el objetivo de la Sareb, que tiene un plazo de 15 años para liquidar todo su patrimonio de activos tóxicos con la mayor rentabilidad posible.

Mínguez anticipa que al principio el interés de los inversores no será tanto invertir en la sociedad en sí con la compra de deuda sino adquirir "activos concretos, como pisos, inmuebles o créditos".

Los bancos españoles que trasladarán sus activos al "banco malo" lo harán a un precio rebajado, con lo que incurrirán en pérdidas que, como apuntó el experto, tendrán que gestionar por su cuenta, posiblemente con ayuda estatal.

"Es una pérdida definitiva, no se les indemniza, ya que habrán transferido el riesgo", señaló el consultor.

Hacia el final del proceso de constitución de la Sareb se darán más detalles sobre el volumen total de sus activos y de la emisión de deuda, dijo a Efe Mínguez, quien señaló que "todo va bien" para que la entidad empiece a funcionar, como está previsto, el 1 de diciembre.

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