Los chipriotas acuden a elecciones en medio de debate sobre crisis y rescate

  • Algo más de medio millón de chipriotas están llamados mañana a las urnas para elegir al sucesor del presidente saliente, el comunista Dimitris Christofias, resignados a tener que ser rescatados por la troika y tras una campaña caracterizada por los debates sobre la crisis económica.

Flora Alexandrou

Nicosia, 16 feb.- Algo más de medio millón de chipriotas están llamados mañana a las urnas para elegir al sucesor del presidente saliente, el comunista Dimitris Christofias, resignados a tener que ser rescatados por la troika y tras una campaña caracterizada por los debates sobre la crisis económica.

La cita de mañana es considerada una de las mas importantes en la historia de esta isla mediterránea a causa de la crisis económica sin precedentes en la que ha entrado Chipre y que obligó al Gobierno a pedir un rescate a la troika internacional de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).

Un rescate que, aunque solicitado el pasado verano, aún no se ha materializado, aumentando así la inseguridad y la preocupación de los habitantes de este país, que lo consideran uno de los factores que pueden determinar el resultado de mañana.

Entre los once nombres que aparecen en las papeletas, destaca el líder del partido conservador DISY, Nikos Anastasiadis, que se perfila como favorito y es considerado por gran parte de los electores como el mas apto para llevar al país a través de la crisis económica.

A gran distancia siguen sus dos mayores adversarios, el candidato del partido comunista AKEL, Stavros Malas, y el candidato del Movimiento de los Socialdemócratas, Yorgos Lilikas, uno de los cuales podría optar a pasar a la siguiente ronda (24 de febrero) si Anastasiadis no supera el 50 % de los votos.

"Espero que de las urnas pueda emerger un presidente mas cercano al pueblo" dijo a Efe Mery Kafitzioti, que trabaja en el sector privado.

A pesar de que los pronósticos no prevén una abstención muy elevada, algunos ciudadanos en las calles de Nicosia expresan su intención de no acudir a las urnas, desilusionados por la situación política actual.

"Mi voto será deliberadamente la abstención. Creo que ninguno de los candidatos puede hacer algo para detener la crisis económica que nos deja el gobierno saliente. (Christofias) recibió un Estado con superávit y consigna un Estado no sólo con las cuentas vacías, sino con millones de deuda" denunció Toulla Panayiotou.

Esta mujer, que lleva desempleada un año y medio, explicó a Efe que no le gusta el acuerdo con la troika, pero se resigna a él: "El memorándum será la muerte para las clases media y baja pero es la única solución que tenemos".

En una encuesta del mes de diciembre, seis de cada diez chipriotas apoyaban un acuerdo de ayuda financiera con la troika, al considerarlo la única salida a la situación actual y sólo dos de cada diez encuestados se oponían a él.

Hay quienes, como Vassiliki, una empleada de la empresa privada de 47 años, piensan que no importa a quién se otorgue el voto ya que serán las instituciones europeas las que dicten las nuevas políticas, una vez se firme el memorándum del rescate tras las elecciones.

"Voy a acudir a las urnas para dar mi voto en blanco. No creo que el nuevo presidente pueda poner en práctica su programa electoral. Vamos a tener simplemente un gobierno peón de la troika y una completa sumisión económica de Chipre a las potencias de la UE", se lamentó.

Otros, como el jubilado Leonidas Papaspiru, optará en cambio por el mensaje nacionalista del socialdemócrata Lilikas, quien ha prometido utilizar las recién descubiertas reservas de gas para sacar al país de la crisis sin solicitar un rescate.

"Necesitamos un presidente que defienda los derechos de Chipre y que libere a Chipre de cualquier memorándum", afirmó.

Chipre sólo supone el 0,2 % del PIB de toda la Eurozona y la cantidad del préstamo que se baraja para la isla -unos 17.500 millones de euros- resulta mucho menor que el resto de paquetes de rescate concedidos a otros países europeos.

Pero este monto equivale prácticamente a la totalidad del PIB del Estado chipriota, que ha debido acudir al rescate de sus bancos, muy afectados por la crisis económica en Grecia, para evitar un efecto dominó en el sistema financiero europeo.

Mientras tanto, los chipriotas están a la espera del veredicto de las urnas preguntándose si el nuevo Gobierno será capaz de devolverles a la senda de la prosperidad y qué nuevas exigencias de austeridad les demandará la troika tras las elecciones.

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