Los Espírito Santo usaron su aseguradora para financiar a empresas del grupo

  • El emporio familiar de los Espírito Santo utilizó su aseguradora Tranquilidade para financiar a otras sociedades del grupo que se encontraban en problemas, según los datos recogidos por el regulador del sector de los seguros en Portugal.

Lisboa, 18 nov.- El emporio familiar de los Espírito Santo utilizó su aseguradora Tranquilidade para financiar a otras sociedades del grupo que se encontraban en problemas, según los datos recogidos por el regulador del sector de los seguros en Portugal.

Durante su intervención en la comisión parlamentaria que investiga la caída del Banco Espírito Santo (BES), el presidente del Instituto de Seguros de Portugal, José Almaça, reveló hoy que los gestores del grupo realizaron operaciones que "comprometieron" el futuro de Tranquilidade.

Al cierre del primer trimestre del año sus cuentas todavía eran sólidas, pero entre abril y mayo -cuando los rumores sobre las dificultades financieras del Grupo Espírito Santo todavía no se habían disparado- la aseguradora invirtió 150 millones de euros en otras sociedades del mismo conglomerado empresarial.

El regulador tuvo conocimiento de estos movimientos el pasado 6 de junio, ya con el escándalo en ciernes.

El impacto de esta inversión llevó al supervisor a reclamar un refuerzo de capital en Tranquilidade, bajo pena de retirar la autorización de la empresa para operar.

El testimonio del supervisor en la comisión parlamentaria de hoy confirmó que los gestores del Espírito Santo utilizaron la aseguradora para intentar evitar la caída de otras firmas del mismo grupo, por lo que el regulador ya inició un proceso para depurar responsabilidades.

Tranquilidade formaba parte del Grupo Espírito Santo, un complejo conglomerado empresarial con enorme peso en la economía portuguesa y cuyo desplome -todavía en curso- acabó afectando al propio BES y a la aseguradora.

Los responsables del emporio familiar también la utilizaron como garantía en otras operaciones atribuyéndole un valor mucho más alto del que realmente tenía, de acuerdo con los datos facilitados por Almaça.

En 2013, el Grupo Espírito Santo llegó a valorar Tranquilidade en 839 millones de euros, un valor que en opinión del presidente del organismo regulador era irreal, ya que la firma tiene una cuota de mercado en Portugal cercana al 3,3 %.

"En una situación normal, sin convulsiones ni problemas en el grupo, la compañía podría valer entre 200 y 250 millones de euros", consideró.

Finalmente, la aseguradora fue vendida al fondo de inversión estadounidense Apollo, una operación que fue acordada por apenas 215 millones de euros.

El presidente del Instituto de Seguros de Portugal abrió hoy la segunda jornada de la comisión parlamentaria que investiga el mayor escándalo financiero en la historia reciente del país, y que derivó en la intervención del BES.

El trabajo de la comisión arrancó ayer, cuenta con un plazo máximo de cuatro meses y se prevé que sean llamados a comparecer más de un centenar de personas para esclarecer lo ocurrido.

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