Los 'hoteles del amor' salen de la sombra en México

Fotografías en blanco y negro de parejas besándose adornan la fachada del Motel Boutique Suites & Villas. Los clientes acceden a sus habitaciones a través de garajes privados adornados con imágenes gigantes de figuras que sólo están fundidas en un abrazo apasionado, y las palabras "no molestar".

Este hotel del amor, o un "hotel de paso" como se le conoce en México es parte de una larga tradición en esta cultura decididamente conservadora. Aproximadamente el 84 por ciento de los mejicanos son católicos, y permanece arraigada en la cultura la creencia de que el sexo debe ser reservado para el matrimonio".

Para los jóvenes mexicanos, muchos de los cuales viven con sus padres hasta que se casan, esto hace difícil llevar a una cita a casa. Incluso aquellos que no son religiosos estrictos podrían sentirse incómodos de pasear amantes alrededor de su familia.

Situados en las carreteras principales, estos hoteles del amor han venido a cubrir un nicho de mercado. No es necesario hacer una reserva. Las habitaciones están disponibles para una noche o incluso durante unas pocas horas. Tradicionalmente, estos lugares han sido discretos, con pocos servicios y sin publicidad. A menos que estés buscando expresamente un hotel de paso, nunca te darías cuenta de que está allí.

"Se puede decir que es un hotel de paso, si la palabra "hotel" es mucho más grande que el nombre real del lugar donde se ubica", dice Odín Blanco, un residente de la capital de 31 años de edad.

Ahora, sin embargo, los hoteles del amor están saliendo de la sombra, con muebles de lujo, nombres no tan sutiles y una decoración animada.

La tendencia marca un cambio lento pero perceptible en las costumbres culturales mexicanas. Especialmente en la capital, se ha expandido de forma significativa la tolerancia con respecto a los derechos sexuales y a la diversidad sexual en los últimos años: Ciudad de México decidió en 2007 legalizar el aborto durante los primeros tres meses de embarazo, y el año pasado se aprobó el matrimonio homosexual.

Mientras que los antiguos hoteles han sido conocidos tradicionalmente por discriminar a las parejas homosexuales, la nueva red de hoteles mantiene una política de ¡ándale!, ¡date prisa! La versión moderna hace una llamada a los mexicanos más jóvenes.

"La mentalidad se ha abierto mucho y cada vez es más y más abierta", dice Paris Bonilla, de 31 años de edad, que dice que disfruta de las nuevas opciones.

Al mismo tiempo, estos hoteles están aprendiendo a atender a clientes sofisticados.

A medida que estos nuevos sitios se han liberado de su reputación sórdida, Viviana Méndez, de 39 años, dice que también se han convertido en lugares urbanos para una escapada romántica tanto para casados como para solteros que quieren escapar del caos de la ciudad.

"De alguna manera, necesitas sentarte y liberarte de la tensión del día, dice Méndez, divorciado recientemente. "Obviamente, es mejor descansar con alguien que te dé un masaje y experimente el placer contigo".

El Motel Boutique ofrece trajes, juguetes y otros servicios para poner al huésped en el estado de ánimo adecuado. La pared exterior del hotel Cuore está cubierta de enormes corazones rojos iluminados. Las suites cuentan con jacuzzis y juegos. Y en el Hotel Pop Life, hay duchas transparentes en medio de las habitaciones y bancos acolchados construidos en los cabeceros.

"Es una motel boutique", dice José María Aliaga, el gerente del Motel Boutique. "Tiene un determinado tipo de estatus. Queremos posicionarnos allí –en este segmento de personas que buscan algo especial".

Con las nuevas opciones, los aficionados han comenzado a evaluar los hoteles en línea en vez de mantenerlos como un tema tabú. En Ciudad de Méjico, la pareja Oscar Goldman y Sandra Poyato, ambos de 35 años, lanzaron una página web directorio, WeLoveSex, en mayo. Goldman y Poyato dicen que no está preocupados por las críticas recibidas por haber escrito sobre el tema.

"Creo que es "cool", y si me juzgan, me trae sin cuidado", dijo Poyato.