Los kebabs en España digieren bien la crisis

  • Istanbul Döner Kebab abrió su primer local en 1999 en el barrio de Lavapiés de Madrid. Desde entonces no ha parado de crecer, incluso en tiempos de crisis. El secreto, productos económicos con un "estricto control de calidad" y con un largo trabajo de imagen de marca.
Local de la cadena Istanbul Döner Kebap en un centro comercial de San Sebastián de los Reyes.
Local de la cadena Istanbul Döner Kebap en un centro comercial de San Sebastián de los Reyes.
Pablo Arqued

"Déme un turco", pedían los clientes españoles que entraban en el Istanbul Döner Kebab de Lavapiés allá por 1999 el primero abierto por Hidir Kaçar. Ahora, esa errónea petición sería prácticamente imposible, pues España lleva tiempo comiendo kebabs. Así, los locales que ofrecen este tipo producto han brotado como setas en los últimos años y se han visto favorecidos por el empuje que la crisis ha dado al sector de comida rápida. Y entre ellos está la cadena creada por ese turco visionario que un día no dudó de que su negocio triunfaría en suelo español.

 

"En los cuatro meses que llevamos de 2010 hemos tenido un crecimiento aproximado del 6% respecto a los mismos meses del año pasado, que no fueron malos. No obstante, algo sí que nos ha afectado la crisis pero estamos contentos", desvela el alemán Hasso Schmidt, director general de Istanbul Döner Kebab, y que pronto se alió con Kaçir para definir la expansión soñada por cualquier pequeño empresario, con una imagen de marca diferenciadora y que tan buenos resultados les sigue dando.

Lejos de quedarse a rebufo de la gran ola que lleva a la gente a gastar menos cuando sale a comer, que les reporta un negocio seguro, han variado ligeramente su política a la hora de abrir franquicias para poder seguir abriéndolas y seguir creciendo. "Tenemos nuevos proyectos de aperturas, el próximo, en Aranjuez. Como los que llaman preguntando por la franquicia quieren invertir menos, les ayudamos a buscar locales más pequeños o de segunda mano, que tengan una infraestructura previa que les permita hacer una inversión menor", explica Schmidt.

Tampoco se han frenado en su reciente expansión internacional, otra característica propia de las empresas que surfean en el maremoto económico. Si primero abrieron en Chile, donde ya tienen tres locales, ahora están en plena acción en Colombia. "Si todo va bien, pronto daremos el salto a Portugal", anuncian.

La calidad y tener producción de carne propia, "el secreto del éxito"

Cuando Hasso Schmidt habla se le nota satisfecho con lo conseguido, sobre todo habiendo dado todos los pasos sobre un plan que una vez marcó junto a Hidir Kaçar."Lo fundamental de nuestro éxito ha sido estar detrás de cada local, ayudando a las franquicias, y ayudando tanto a clientes como a trabajadores", afirma.

Además, recuerdan que el tener desde 2005 una fábrica propia, en Toledo, en la que pasan "revisiones veterinarias periódicas" y en la que están trabajando con normas ISO les ha permitido dar un salto de calidad. "Antes traíamos la carne de Alemania de proveedores de confianza, pero nunca sabes. Ahora tenemos un estricto control de calidad y sabemos lo que llega a nuestro locales frente a otros kebabs: no hemos visto sus cadenas de producción pero hemos hecho análisis y sabenos la materia prima que utilizan: Yo jamás me comería un kebab que no fuera de Istanbul Döner".

Por su volumen de facturación entienden que su competencia directa ya no son los otros kebabs, a los que hace tiempo que superaron en reputación y que nunca lograron expandirse, y miran a las grandes cadenas de hamburguesas o pizzas. "Los rivales son los que los que ofrecen comida por entre 6 y 8 euros, del tipo que sean. Lo que buscamos es que cuando salgan, piensen en nosotros aunque es lógico que la gente alterne. Lo sabemos y nos parece que es bueno", indica Schmidt.

Los centros comerciales, puntos estratégicos

Si bien en Istanbul Döner Kebab no observan diferencias por zonas de España respecto a la aceptación de sus productos, sí saben que los locales de éxito están en centros comerciales. "Son los que mejor van. En Madrid, los de Plenilunio, Plaza Norte y Xanadú; en Murcia, el de Nueva Condomina… también son potentes los de Valladolid, Vitoria y Salamanca".

Tanto esas franquicias como las situadas en las ciudades, "pertenecen a españoles", a pesar de que sus trabajadores no lo sean, algo habitual en el sector de la hostelería desde hace años.

Entretanto, el perfil de los clientes sigue siendo el mismo. "Chicos jóvenes y personas de hasta 40 años. Si bien no ha cambiado el target, se han incorporado nuevos clientes".

Tras siglos de existencia en oriente medio, los kebabs se han hecho hueco entre los tradicionales bocadillos españoles o las tapas patrias y frente a la invasión de fast food anglosajón. En España, la carne asada turca seguirá girando con fuerza.

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