Los sabios plantean unir en uno solo los impuestos de la producción eléctrica

  • El informe elaborado por el equipo de expertos sobre la reforma fiscal plantea una modificación profunda de los impuestos que gravan la producción de energía eléctrica, que conlleva unir en un solo impuesto la tributación a que está sometida esa actividad.

Madrid, 16 mar.- El informe elaborado por el equipo de expertos sobre la reforma fiscal plantea una modificación profunda de los impuestos que gravan la producción de energía eléctrica, que conlleva unir en un solo impuesto la tributación a que está sometida esa actividad.

La producción de energía eléctrica está sujeta, al menos, a tres tributos distintos: el impuesto sobre la electricidad, el impuesto sobre el valor de la producción de energía y el canon por utilización de aguas continentales.

Respecto al primero de ellos, el impuesto sobre la electricidad, el documento propone sustituir la actual base imponible -que prácticamente coincide con el importe de la contraprestación- por el número de kilovatios/hora consumidos, con el fin de incentivar la eficiencia y el ahorro energético.

Ese impuesto aportará a las arcas públicas 1.681 millones de euros en 2014, de acuerdo con los presupuestos generales del Estado para el presente ejercicio.

Al mismo tiempo, el comité de sabios se muestra partidario de eliminar el impuesto sobre el valor de la producción de la energía eléctrica. La pérdida de recaudación que conllevaría esta medida -en el ejercicio 2014 está previsto recaudar 1.270,1 millones de euros- sería compensada con un incremento del impuesto sobre la electricidad.

No obstante, para asegurar que esa recaudación adicional iría a parar a las arcas del Estado, sería necesario modificar el impuesto en la parte que establece la actual cesión del cien por cien de la recaudación líquida a las comunidades autónomas.

El impuesto sobre el valor de la producción, argumenta el informe, tiene como objetivo contribuir a financiar el déficit tarifario haciéndolo recaer sobre los productores de energía eléctrica con independencia de que la fuente de producción sea más o menos contaminante.

Este impuesto, añade, es un instrumento meramente recaudatorio que termina incidiendo sobre el consumidor final de energía eléctrica, por lo que debe plantearse su desaparición en un marco de impuestos que pretendan salvaguardar el medio ambiente.

Al mismo tiempo, los expertos son partidarios de integrar en el impuesto sobre la electricidad el canon por utilización de las aguas continentales para la producción de la energía eléctrica, una figura que en 2013 recaudó 298 millones de euros y que consideran que solo es una medida más para reducir el déficit tarifario.

El documento apoya esta medida en que, pese a que este canon se vincula formalmente a la concesión del dominio público hidráulico, en realidad se trata de un gravamen sobre la cifra de negocios de las centrales hidroeléctricas que se suma al impuesto sobre el valor de la producción.

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