Los sindicatos estrechan el cerco a Luis del Rivero desde Andalucía al Canal de Panamá

La incontinencia verbal de Luis del Rivero ha puesto de acuerdo a los sindicatos. Las críticas al ataque al Plan de Empleo Rural (PER) creado por Felipe González en 1984 –“fomenta la vagancia” y “tiene un efecto psicológico terrible”- ha soliviantado a los representantes de los trabajadores, que han lanzado un virulento ataque desde todos los frentes al presidente de Sacyr Vallehermoso.

No es una buena noticia para el grupo constructor y de servicios, que está viviendo un mes de julio complicado, sobre todo por la salida del capital de Mutua Madrileña. El caso es que el enfrentamiento con los sindicatos del sector de la construcción, tan poderosos que en plena crisis han conseguido subidas salariales del 1,5% para este año y del IPC más 1,5 puntos el año que viene, sigue en línea ascendente.

Los mismos sindicatos que tildaron de cacique a Del Rivero tras sus explosivas declaraciones de junio cuestionando la idoneidad del PER, y que incluso abogaban por tacharle como persona non grata en Andalucía, ayer le montaron al empresario murciano un rueda de prensa tan dura como incendiaria.En la convocatoria, CCOO denunciaba la política de represión y despidos -77 personas, según el sindicato- de Sacyr Vallehermoso en Panamá, donde el grupo realiza los trabajos de ampliación del Canal.

Un enunciado desproporcionado, cuando la realidad es que Panamá se encuentra en una situación de huelga general casi permanente por las novedades que en materia de financiación de los sindicatos ha introducido el presidente del país, Ricardo Martinelli.

La dureza de la ofensiva sindical es aún más sorprendente si se tiene en cuenta que en la rueda de prensa celebrada ayer, CCOO reconoció que hace unos días se puso en contacto con Del Rivero que, siempre según el punto de vista del sindicato, les aseguró que estaba “ignorante de la gravedad de la situación y de la dimensión de la huelga”. Siempre según esta versión, Del Rivero les prometió interesarse por la situación y mantener contactos “fluidos” con ellos.

En estos momentos, Sacyr cuenta con alrededor de 1.200 empleados en las obras de ampliación del Canal, de los que la inmensa mayoría son pañamenos, y como el resto de las compañias del país, ha sufrido paros totales durante las jornadas de huelga.

El lunes, un centenar de delegados sindicales de CCOO se concentraron frente a la embajada de Panamá en Madrid para reinvindicar los derechos de los trabajadores que trabajan en la obra. Sin embargo, Sacyr Vallehermoso no es la única empresa con intereses en el país. Un competidor directo como FCC se ha adjudicado este año y en consorcio un contrato del plan de ampliación del Canal de Panamá por un importe de 187 millones de euros. Se trata de la construcción de un nuevo cauce de acceso al Canal desde el Pacífico, dentro del emplazamiento del tercer juego de esclusas en Miraflores.

Además, el gobierno panameño ha encargado al grupo español Mercasa el proyecto de modernización de sus estructuras comerciales mayoristas y minoristas de distribución alimentaria. De momento, sólo Rivero está recibiendo los palos de las fuerzas sindicales en un frente que cubre desde Andalucía –los grupos parlamentarios de la comunidad están negociando una declaración institucional del Parlamento de Andalucía a favor del Plan de Empleo Rural- hasta el Canal de Panamá.