Los sindicatos independientes de España y Portugal rechazan la austeridad

  • La Confederación Europea de Sindicatos Independientes (CESI) alertó hoy de los efectos perjudiciales de las políticas de austeridad, sobre todo para la juventud y la cohesión social, tras una reunión de sus organizaciones de España y Portugal.

Lisboa, 5 jun.- La Confederación Europea de Sindicatos Independientes (CESI) alertó hoy de los efectos perjudiciales de las políticas de austeridad, sobre todo para la juventud y la cohesión social, tras una reunión de sus organizaciones de España y Portugal.

El presidente del CESI, el luxemburgués Romain Wolff, advirtió en rueda de prensa de las consecuencias de esas políticas sobre todo en países como Portugal y España, que sufren una grave crisis económica y un elevado desempleo.

En la reunión participaron, entre otros dirigentes, los españoles Miguel Borra, presidente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F), y José Miguel Fernández de los Ríos, secretario general de la Federación de Asociaciones Sindicales (FASGA).

Portugal contó con representantes de la Unión de Sindicatos Independientes y del sector docente.

La reunión es parte de una ronda de contactos entre asociaciones sindicales de España y Portugal que concluye mañana en Madrid, en el marco del CESI, que tiene unos cinco millones de afiliados en Europa.

Los sindicalistas denunciaron las consecuencias de las políticas de recortes presupuestarios del sector público, que defendieron como una fuente de riqueza.

Wolff pidió a los gobiernos de la UE un cambio de políticas y abogó por "luchar contra una austeridad mal dirigida en tiempos de recesión", especialmente en los países del sur de Europa, donde "no son aplicables las mismas recetas".

Según Wolff, las altas tasas de desempleo entre los jóvenes (en España del 57 % y en Portugal del 42 %) son un claro ejemplo del fracaso de esas políticas de austeridad, que ponen en peligro "el futuro de una sociedad cohesionada" y aumentan el riesgo de crear "agitación".

Entre las medidas propuestas por la CESI para evitar que haya una "generación perdida" está el aumento de los fondos europeos para promover el empleo juvenil, que deberían pasar a 21.000 millones de euros frente a los 6.000 actuales.

Los jóvenes son el colectivo más afectado por la emigración en busca del trabajo que no logran "ni en España ni en Portugal", y su marcha es especialmente preocupante porque los primeros en partir "son los que tienen cualificaciones más elevadas", lamentó.

Este éxodo, según Wolff, trastorna las familias y los modelos sociales y supondrá "un lastre" para la recuperación "efectiva y sustentable" de la economía.

La inversión, pública y privada, es para el presidente del CESI, la única forma de revertir los daños ya causados.

Una administración de calidad tiene capacidad de "generar riqueza y, sobre todo, mantener el estado del bienestar" y su costo es "eficaz, eficiente y necesario", subrayó.

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