Luz verde para la compra del banco luso intervenido BPN por el angoleño BIC

  • La Autoridad de la Competencia de Portugal aprobó la compra por la filial lusa del banco angoleño BIC de la totalidad de las acciones del Banco Portugués de Negocios (BPN), intervenido en 2008 debido a unas irregularidades que desembocaron en costes para el Estado luso de 2.400 millones.

Lisboa, 25 ene.- La Autoridad de la Competencia de Portugal aprobó la compra por la filial lusa del banco angoleño BIC de la totalidad de las acciones del Banco Portugués de Negocios (BPN), intervenido en 2008 debido a unas irregularidades que desembocaron en costes para el Estado luso de 2.400 millones.

El acuerdo para la compra del BPN por el BIC ya había sido rubricado el pasado 9 diciembre por el Ministerio de las Finanzas portugués después de que el banco angoleño desembolsase 10 millones de euros por el 25 por ciento del valor total del negocio (40 millones).

La Autoridad de la Competencia justificó su "no oposición" a la operación ya que la misma "no es susceptible" de crear o reforzar una posición dominante de la que resulten "obstáculos significativos a la competencia" en los sectores de la banca o los seguros.

Las pérdidas del BPN, un banco de pequeña dimensión en el espectro financiero portugués, han lastrado las cuentas del país, que debe de reducir su déficit del 9,8 % del 2010 a menos del 3 % en dos años para cumplir con las condiciones del préstamo internacional de 78.000 millones concedido al país.

El banco tuvo cuatro ofertas interesadas en su adquisición, pero el Gobierno conservador luso se decantó por la del BIC porque garantizaba 750 de los 1.580 puestos de trabajo del banco.

Con la operación, el banco angoleño prevé suprimir la marca BPN y concentrar sus actividades la banca de empresas, el negocio de particulares, pequeños negocios y 'Private Banking'.

El BPN, el primer banco nacionalizado en Portugal desde que el país recuperase la democracia en 1974, fue intervenido en noviembre de 2008 al esgrimir el entonces Gobierno socialista que sus pérdidas ocultas de unos 700 millones ponían en riesgo la quiebra de la institución y la estabilidad del sistema financiero portugués.

El caso salpicó al conservador Partido Social Demócrata (PSD) -actualmente en el Gobierno-, pues el entonces presidente del banco José Oliveira e Costa, y uno de sus administradores, Manuel Dias Loureiro, ocuparon cargos políticos de alto rango en varios Gobierno del PSD.

Al propio Presidente de la República e histórico líder del PSD, Aníbal Cavaco Silva, se le asoció con el BPN después de que sus rivales políticos le acusasen de lograr plusvalías del 140 por ciento en la compra venta de acciones del banco en 2001.

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