Manguel: "Es el momento de hacer preguntas y ver qué no está funcionando"

  • El escritor argentino Alberto Manguel hizo hoy una lectura muy positiva de los movimientos contestatarios que desde hace meses han confrontado a los políticos en Chile, España, Wall Street o el mundo árabe, por considerar que es el momento de "hacer preguntas y ver qué es lo que no está funcionando".

Alberto Cabezas

México, 20 sep.- El escritor argentino Alberto Manguel hizo hoy una lectura muy positiva de los movimientos contestatarios que desde hace meses han confrontado a los políticos en Chile, España, Wall Street o el mundo árabe, por considerar que es el momento de "hacer preguntas y ver qué es lo que no está funcionando".

"Quizás no sea una mala cosa que en lugar de dar propuestas hagamos preguntas, que en lugar de decir 'hay que cambiar todo y poner a este otro, una dictadura ilustrada o una nueva forma de república', antes de eso hagamos las preguntas y ver qué es lo que no está funcionando", añadió Manguel (Buenos Aires, 1948).

En una entrevista con Efe y en tono provocador lanzó la primera pregunta: "¿Cuál es la razón por la cual queremos vivir juntos? Para poder compartir una serie de experiencias, aptitudes, memorias. Pero si construimos esa sociedad y dividimos esos trabajos, aptitudes, en posiciones privadas, no tiene sentido que tengamos una sociedad", sostuvo.

El intelectual argentino, quien hoy participó en México en un simposio internacional sobre el libro electrónico, se mostró profundamente sorprendido por la incapacidad que ha mostrado el ser humano para aprender de crisis como la de 2001 en Argentina, o la financiera internacional de 2008, que sigue dando coletazos.

"Es tan increíble que, después de todo lo que ha ocurrido, hayamos decidido volver a restablecer el mismo sistema bancario-financiero ¡con nuestro dinero!", afirmó.

Recordó que aquellas "fueron situaciones en las que la gente trata de escapar a esas construcciones económicas" y se llegaron a plantear esquemas basados en otras modalidades de relación económica, como el trueque o las cooperativas, donde todos trabajan juntos "hacia una misma cosa".

"Me parece ahora la única solución", indicó Manguel, quien celebró el dinamismo de movimientos como el surgido el 15 de mayo pasado en España (15-M).

Está muy bien que los "indignados" se expresen "porque lo peor es cuando los crímenes políticos se cometen en silencio. Eso ocurre constantemente", recordó.

El escritor y ensayista, afincado en Francia y un profundo conocedor de sociedades tan distintas como la judía, las latinoamericanas y las europeas, dijo que el común denominador de estos colectivos de "indignados" es que han emergido "de ese mismo sentimiento de tener que preguntar" por qué no funcionan las cosas.

Manifestó su confianza en que esa efervescencia de movimientos populares tan disímiles "no se agote".

"Yo creo, finalmente casi a pesar mío, en la inteligencia humana, en el poder positivo de la imaginación. Y creo que a menos que nos destruyamos, vamos a salir de alguna manera adelante. El peligro no va a desaparecer nunca", indicó.

El autor argentino considera que en un mundo como el actual la "maquinaria de este capitalismo salvaje" que está "destruyéndonos" como sociedad es en buena medida la responsable de tan graves desajustes.

A futuro, añadió, "cada vez que logremos una situación más o menos equilibrada, más o menos sana, llegará, por ejemplo, (Augusto) Pinochet o el presidente sirio (Bachar al Asad), o (George W.) Bush, o (Fidel) Castro, y entonces hay que seguir luchando".

"Creo que tenemos que tomar como lema el de (Samuel) Beckett: 'fracasar, probar de nuevo, fracasar mejor'", agrega entre risas.

Manguel, quien fue el lector particular para un Jorge Luis Borges ya ciego de 1964 a 1968, ha vivido en Argentina, Israel, Francia, Inglaterra e Italia, en Tahití y en Canadá, país del que también ha obtenido la nacionalidad.

De su obra destacan "Una historia de la lectura", publicado originariamente en 1996 en inglés y que acaban de reeditar al español en México Almadía y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), "Diccionario de seres imaginarios" (1980), "El ordenador de San Agustín" (1997), y la colección de ensayos "La ciudad de las palabras" (2010).

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