Panamá, 26 oct.- El presidente panameño, Ricardo Martinelli, derogará "en su totalidad" la ley que permite la venta de terrenos públicos en la Zona Libre (franca) de la ciudad de Colón, origen de una ola de protestas en el país, anunció hoy el ministro de la Presidencia, Roberto Henríquez.
"La ley va a estar derogada el miércoles" próximo, dados los trámites legales que obligatoriamente deben seguirse, precisó Henríquez en una entrevista telefónica con una cadena de televisión local, al tiempo que apeló "a la confianza del pueblo panameño" en el compromiso dado por el Gobierno.
Sin embargo, en las primeras reacciones a este anuncio, los promotores de las protestas no dieron su brazo a torcer y anunciaron que seguirán manifestando contra la ley hasta que efectivamente sea derogada.
Martinelli, que ordenó desde Vietnam la derogación de la polémica Ley 72, regresará a Panamá el sábado por la noche y se espera que el domingo envié el anteproyecto de derogación al Parlamento, que deberá aprobarlo en tres debates separados, explicó Henríquez.
Sin embargo, Felipe Cabezas, dirigente del Frente Amplio colonense, pidió hoy a la población y a los grupos que los apoyan mantener "la efervescencia en las calles".
"No desistan, mantengamos esto hasta que llegue el presidente y firme" la derogación de la ley que permite la privatización de los terrenos de la Zona Libre de Colón, afirmó Cabezas en declaraciones a los periodistas tras el anuncio gubernamental.
Edgardo Voitier, otro dirigente de Colón, pidió mantener la huelga con "decencia y determinación", y llamó a evitar actos de vandalismo como los registrados la semana pasada, en los que también se produjeron saqueos a comercios y destrucción de bienes públicos.
Sin embargo, Rogelio Rebello, un dirigente sindical del transporte de carga en Colón, dijo confiar en la "palabra del presidente" y del ministro Henríquez.
"Nosotros, los transportistas de carga, nos retiramos a nuestras bases y nos mantendremos en alerta, y exhortamos a la población colonense a la paz", dijo Rebello a los medios locales.
El conflicto colonense ha dejado al menos tres personas muertas, entre ellos un niño de 10 años herido de bala que fue sepultado el jueves, así como manifestantes y policías heridos y decenas de detenidos.
Colón, ubicada a unos 80 kilómetros de la capital panameña, amaneció este viernes completamente bloqueada por manifestantes, lo mismo que la Ciudad de Panamá, cuyas principales avenidas se veían temprano como un gran estacionamiento, con grupos de trabajadores adscritos a sindicatos cerrando las vías más importantes.
El propio Henríquez reconoció que decidió hacer el anuncio de la derogación de la ley vía telefónica desde su automóvil, porque estaba atascado en el tráfico, y aseguró que una vez que llegara a la sede de la Presidencia, en el casco antiguo de la capital, iba a emitir un comunicado con el compromiso oficial por escrito.
La capital fue bloqueada en diversos puntos por los miembros del poderoso sindicato de la construcción Suntracs, que hoy inició, lo mismo que al menos nueve asociaciones de docentes, una huelga de 24 horas en rechazo a la Ley 72.
Los obreros de la construcción, maestros y ciudadanos marcharon esta mañana hasta la sede la Asamblea Nacional y rodearon el edificio, sin que se registran incidentes.
Para esta jornada, grupos indígenas también han anunciado cortes en la vía Interamericana, que conecta a Panamá con el resto de Centroamérica, "en solidaridad con la lucha colonense".
La Zona Libre de Colón, considerada la más importante del mundo después de Hong Kong, alberga más de 3.000 empresas, genera 30.000 empleos directos y aportes al fisco de 100 millones de dólares anuales, según su Asociación de Usuarios.
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