Mervyn King abre paso a su sucesor al frente del Banco de Inglaterra

  • El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, que será sustituido en julio por el canadiense Mark Carney, publicó hoy su último informe anual sobre la institución, donde asegura que ésta quedará "en buenas manos" con su sucesor.

Londres, 4 jun.- El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, que será sustituido en julio por el canadiense Mark Carney, publicó hoy su último informe anual sobre la institución, donde asegura que ésta quedará "en buenas manos" con su sucesor.

Carney, gobernador del Banco Central de Canadá, reemplazará a King, que se jubila, el próximo 1 de julio, tras un proceso de selección en que resultó el candidato favorito del Gobierno británico.

King, que tiene un sueldo anual de 305.368 libras (360.000 millones de euros), se jubilará a los 65 años con un fondo de pensiones de cinco millones de libras (5,8 millones de euros) o 200.000 libras al año (234.000 euros).

Por su parte, Carney, a quien se hizo una oferta especial para atraerle al cargo, recibirá un salario de 480.000 libras (561.000 euros) más un complemento de 144.000 libras (168.000 euros) y una ayuda de vivienda de 250.000 libras (292.500 euros).

Mark Carney "traerá grandes cualidades y su propio enfoque. Le deseo muchos éxitos y sé que dejo el banco en buenas manos", afirma King en el prólogo de su último informe.

En esa evaluación anual, King defiende las decisiones de política monetaria del banco, que mantiene desde 2009 los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 % y ha inyectado a la economía 375.000 millones de libras (438.000 millones de euros) con su programa de compra de activos públicos y privados.

"La escala del estímulo proporcionado por el banco significa que ahora hay buenas razones para suponer que se está produciendo una recuperación moderada", escribe el todavía gobernador.

King defiende además la decisión de pedir a los bancos británicos que aumenten en 25.000 millones de libras (30.000 millones de euros) sus reservas de capital a fin de mejorar la confianza en el sector financiero tras la crisis crediticia de 2008.

"Para apoyar la mejora de las condiciones de crédito y apuntalar la recuperación, hay que restablecer la confianza en nuestro sistema financiero y, para ello, nuestros bancos deben estar debidamente capitalizados", explica, entre críticas de quienes consideran que esta medida perjudicará la concesión de créditos.

King explica que el comité de política monetaria ha tenido que lograr bajo su mandato "un delicado equilibrio" entre la necesidad de estimular la economía y controlar la inflación, que, en el 2,4 %, se mantiene aún por encima del objetivo oficial del 2 %, por los altos precios de la energía, el transporte y las matrículas universitarias.

Pese a los esfuerzos del Gobierno y el Banco de Inglaterra, la economía británica sigue casi plana con un crecimiento de apenas el 0,3 % en el primer trimestre del año, al tiempo que tampoco ha dado sus frutos el programa oficial de reactivación del crédito.

Según datos del propio banco central, el crédito neto concedido a empresas y particulares por los bancos adscritos al programa estatal de "Financiación para Préstamos" se redujo en 300 millones de libras (350 millones de euros) en el primer trimestre.

Este programa, puesto en marcha el pasado agosto y prorrogado hasta enero de 2015, pone a disposición de los bancos dinero a bajo interés con la condición de que lo destinen a créditos a empresas y a particulares, con el propósito de impulsar el crecimiento económico.

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