Messi y Nadal dejan fuera de juego la estrategia de márketing de Sabadell

Las estrellas del deporte le están dando un disgusto este año a Banco Sabadell. Así, como quien no quiere la cosa, la entidad catalana ha perdido de un plumazo a Leo Messi como imagen del grupo y a Rafael Nadal como ese valor seguro que daba brillo y esplendor al torneo de tenis Barcelona Open Banc Sabadell que termina este domingo.

Dos contratiempos para la imagen y la estrategia de márketing de la entidad. La pérdida de Messi supone un palo en el objetivo de captación del público más joven. La colaboración con  el estrella argentina del Barça le ha dado un gran rendimiento a Sabadell, pero la figura de ‘La Pulga’ se ha hecho demasiado grande, demasiado difícil de controlar …y demasiado cara.

La bala en la recámara que le quedaba a Sabadell era el torneo de tenis Conde de Godó, que ha patrocinado con éxito en los últimos años gracias a la figura de Rafael Nadal. El tenista de Manacor, ganador por aplastamiento en las cinco últimas ediciones, ha renunciado esta año a jugar el torneo para preservar su castigado físico.

El problema es que un calendario agotador puede obligar al número tres del tenis mundial a repetir ausencias en las próximas ediciones. Nadal, que considera el Gódó su club y su casa, puede dejar huérfano al torneo de su mayor atractivo con diferencia. Una malísima noticia para Sabadell, que ve como la cobertura mediático del torneo se reduce, siendo muy benévolos, más de la mitad.

La pérdida –una definitiva y la otra ya veremos- de los dos astros del fútbol y del tenis supone un fuera de juego en toda regla para un banco que, en el terreno estrictamente financiero, está viviendo un primer tercio  de año frenético, con operaciones muy rentables y un comportamiento en bolsa mucho mejor que el del Ibex 35.

Entre otras cosas, el banco ha vendido 378 oficinas al fondo Moorpark con unas plusvalías de 265 millones de euros y ha ofrecido con éxito al mercado el canje de hasta 1.500 millones en activos financieros que puso en circulación antes de 2006 por obligaciones subordinadas. Al tiempo, se ha convertido en el valor favorito de los analistas entre los bancos medianos. No tendrá los altavoces de Messi y Nadal para pregonarlo.