Sin metro por un día, bicicletas y embotellamientos en Washington

Súbitamente impedidos de viajar en metro, cientos de miles de habitantes de Washington sacaron sus bicicletas o sus zapatos deportivos para ir a trabajar este miércoles, y los automovilistas quedaron inevitablemente atrapados en embotellamientos.

Todas las líneas del metro de Washington -el segundo más grande de Estados Unidos- cerraron desde la medianoche del martes hasta el jueves, para realizar una inspección a las instalaciones eléctricas, bajo riesgo de incendio.

De pronto, los 700.000 usuarios diarios del metro capitalino tuvieron que idear otros medios para llegar a las escuelas y oficinas.

En un soleado día de primavera, miles recurrieron a caminar, otros montaron sus bicicletas o se apertrecharon en los ya congestionados autobuses.

En las autopistas de la región, las filas de vehículos se extendían desde los suburbios hasta el centro de Washington. El tráfico congestionó las calles de la ciudad por horas.

El regreso a casa se presentaba igual de caótico: las seis líneas del metro y sus 91 estaciones permanecerán cerradas hasta la mañana del jueves a las 05H00.

La medida, excepcional e inédita en la capital estadounidense, fue tomada tras el incendio el lunes de un cable eléctrico, que paralizó parte de la red, sin provocar víctimas.

Anunciado tan solo pocas horas antes, el cierre generó una competencia para encontrar taxis, vehículos Uber -que iban multiplicando sus tarifas-, y asientos en los autobuses locales, y provocó un nuevo torrente de críticas contra la red, plagada de problemas de seguridad y retrasos crónicos.

"¿Me avisan con menos de 12 horas? ¿Están completamente locos? ¿Cómo pueden esperar que millones de personas vean esto y planifiquen?", escribió un usuario en Twitter en un mensaje dirigido a WMATA, la agencia regional que administra el metro.

Desde otras ciudades, llovieron las burlas.

"Ciudadanos de Nueva York. El MTA se ve muy bien ahora, ¿cierto?", tuiteó la red de transporte de la Gran Manzana.

Las autoridades de transporte de Washington intentaron reducir las molestias, añadiendo autobuses adicionales en algunas rutas y ofreciendo estacionamiento gratis en sus instalaciones.

Mientras tanto, los efectos del cierre se hicieron sentir en la ciudad.

Las oficinas del gobierno federal se mantuvieron abiertas pero los empleados recibieron la opción de pedir el día libre o de trabajar desde sus casas.

El sistema de museos del Instituto Smithsonian, uno de los principales puntos turísticos de Washington, retrasó sus horarios para darles tiempo a sus empleados para llegar a trabajar.

El cierre es solo la última raya en la imagen de la red, que comenzó a operar en 1976.

En enero de 2015, una estación del metro de Washington se vio inundada de humo. Una mujer murió y decenas de personas quedaron heridas.

Todo el metro, y los autobuses, también fueron clausurados todo un fin de semana durante una gigantesca tormenta de nieve el pasado enero.

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