Miles de británicos abandonaron España durante el año pasado por la crisis

Desde 1995, cerca de 760.000 británicos se han instalado en España siguiendo la estela del sol en busca de trabajo. Sin embargo, ninguna de las tradiciones españolas ha conseguido que se queden. Según las estadísticas, cerca de 90.000 expatriados abandonaron la península en 2013: británicos, franceses y alemanes que decidieron volver a causa de la crisis, haciendo caer la tasa de expatriados hasta un 23%. Sólo la comunidad china aumenta su presencia en nuestro país.

Según indica el diario The Telegraph, los efectos de la crisis de la eurozona son la principal razón: los expatriados abandonan España por su alta tasa de desempleo, que se mantiene cerca del 26%, y por los recortes, que han provocado que miles de empresas, nacionales y extranjeras, dejen de operar.

"Incluso en 2005, cuando el mercado inmobiliario estaba en auge, las opciones de empleo para los expatriados eran muy limitadas", asegura Zoe Dara Hall, experta inmobiliaria que regresó a Reino Unido hace ahora nueve años. "Veo a muchos compatriotas intentando seguir sus vidas fuera, pero últimamente no lo consiguen", asegura Hall, que tuvo que abandonar nuestro país cuando, en 2007, el desplome del mercado inmobiliario provocó que dejaran de requerirse sus servicios.

Es cierto que lo que conocemos como el típico británico expatriado, el jubilado con casa en Mallorca o en Málaga, sigue manteniéndose relativamente estable. De hecho, los británicos eran de los extranjeros que más viviendas compraban en España. Pero las familias jóvenes que se mudaron cuando "las cosas estaban bien" ya no pueden seguir costeándose una vida en España.

Jackie Miles Kirby se mudó a Andalucía con su marido Jeremy en 2001. Allí se construyó una casa, montó un gimnasio y tuvo dos hijos, "España era mi hogar", asegura. "Era el sitio más bonito: vivíamos en las montañas, había caballos y cabras rumiando alrededor y podías coger naranjas de los árboles. Era todo lo que había soñado".

Sin embargo, en 2012 ambos se dieron cuenta de que no podían seguir permitiéndose la vida en España y que tendrían que trasladarse a un sitio más barato. "Dejamos Inglaterra sabiendo que íbamos a vivir una vida más parca, pero rica en otros aspectos. Pero no estábamos preparados para algo tan parco. Veíamos que le pasaba a nuestros amigos y a nuestros vecinos. Día tras día, otra familia se iba. En 2013 se tuvieron que mudar a Dubai, donde Jeremy, que había trabajado como agente inmobiliario en España, trabaja de bombero en una plataforma petrolera.
Volver a casa o huir, pero todos se van de España

Mientras muchos de estos expatriados están volviendo a Reino Unido, muchos otros, como la familia Miles Kirby, se buscan la vida en otros países. La inestabilidad económica de España y, aunque en menor medida, de Francia, hace que ninguno de estos dos países cumpla ya la expectativas de los británicos.

Muchos otros lugares superan ahora aquellas características que buscaban en su lugar de destino, como el clima, el idioma o las prestaciones sociales. Dubai, el Caribe o Suiza son algunos de los destinos de los que poco a poco abandonan el territorio español gracias, principalmente, a sus mercados estables.