Vigo.- Miles de personas -300.000 según el alcalde- recorrieron esta tarde las calles de Vigo en una manifestación contraria a una posible fusión de Caixanova y Caixa Galicia.
Convocada por el alcalde vigués, Abel Caballero, la movilización partió pasadas las 20,15 horas del cruce de la calle Urzáiz y Vía Norte y concluyó en la Porta do Sol.
La marcha estuvo encabezada por el propio alcalde y concejales del grupo municipal socialista, que portaban pancartas con consignas como 'En defensa de Vigo, Non á fusión das caixas'.
En el recorrido, de un kilómetro de distancia, se escucharon proclamas como 'Vigo, atiende, Caixanova no se vende' o 'Nuestra ciudad es nuestra dignidad'.
En la manifestación también participaron personalidades como el ex alcalde de Vigo, Manoel Soto; la ex presidenta del Parlamento de Galicia, Dolores Villarino; todos los concejales socialistas y los diputados del PSdeG Abel Losada y Manel Gallego.
La manifestación iba precedida de un grupo de músicos, tocando el tambor, que realizó una parada de unos minutos al pasar por delante de la sede de Caixanova, en la calle Policarpo Sanz.
La marcha recorrió las calles Urzáiz, Colón y Policarpo Sanz, hasta llegar a la Porta do Sol, lugar donde el alcalde, Abel Caballero, leyó un manifiesto en el que destacó que esta movilización puso de manifiesto que Vigo es "una ciudad unida" que "lidera Galicia" y que quiere seguir "desempeñando ese papel".
En el momento de subirse al estrado para leer el manifiesto, en el que también se refirió a la "firmeza y fortaleza" de esta ciudad, el regidor fue aplaudido por los participantes.
"Hoy aquí todos somos uno y Vigo hará que se nos escuche", proclamó el alcalde, quien incidió en que este acto es "el orgullo de Vigo y sus 300.000 habitantes".
Este acto ciudadano concluyó con las palabras del regidor "viva Vigo, viva Galicia" y la interpretación del Himno Gallego
En declaraciones a los medios posteriores a la movilización, Abel Caballero afirmó que esta manifestación es "la mayor que hubo nunca en la historia" de la ciudad y subrayó que el acto sirvió para poner de relieve que la ciudad quiere "que se nos atienda y permanecer con lo nuestro".
"Hoy aquí no hay colores políticos, sólo mujeres y hombres que siguen en esta gran plaza, con más de 300.000 personas", aseveró, al tiempo que relató que en Vigo hay "un antes y un después" tras esta movilización.
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