Mondragón abre una nueva etapa con más exigencia y control sobre sus empresas

San Sebastián, 15 dic.- La Corporación Mondragón, el primer grupo cooperativo de España, ha iniciado hoy una nueva etapa que se caracterizará por una mayor exigencia y control de sus empresas para evitar quiebras traumáticas como la de Fagor Electrodomésticos.

El Congreso Cooperativo anual del grupo ha conocido hoy en San Sebastián el documento "Mondragón del futuro", que ha presentado su nuevo presidente, Javier Sotil, tras nueves meses de reflexión interna originada por la convulsión que supuso la caída de Fagor Electrodomésticos, su cooperativa originaria y más emblemática.

Sotil ha explicado que, en este "nuevo tiempo", el grupo se regirá por el principio de "solidaridad exigente transformadora", lo que implica un "mayor protagonismo de las divisiones" del grupo, con el objetivo de anticipar problemas de competitividad en las cooperativas y garantizar "una mayor exigencia y rigor por parte de las instituciones corporativas", ha informado el grupo en un comunicado tras el cónclave, desarrollado a puerta cerrada.

Las divisiones de la Corporación, que agrupan las 103 cooperativas del grupo, son Finanzas, Industria, Distribución y Conocimiento.

A través de éstas, que son el primer instrumento corporativo de integración de las cooperativas en Mondragón, el grupo pretende "reforzar el seguimiento de los resultados empresariales del modelo, especialmente de la competitividad de las cooperativas", para lo que se plantea establecer mecanismos de "diagnóstico profesional, detección y anticipación de problemas" en el seno de sus propias empresas, tal y como consta en el documento presentado hoy.

Para mantener los niveles de "solidaridad y apoyo mutuo" entre las cooperativas del grupo será necesario en el futuro "un mayor grado de información, control e intervención", lo que, a su vez, "requerirá un papel diferente de Mondragón", reza el texto.

El nuevo presidente, designado el pasado 14 de noviembre, ha expresado la convicción del grupo en la "fortaleza y vigencia del modelo cooperativo", cuyos valores, ha dicho, "ayudan a transformar la sociedad" y a convertir su entorno en "más justo, solidario y equitativo".

Sotil ha advertido de que "la sostenibilidad" a largo plazo del proyecto de Mondragón, que permita mantener "el empleo y la riqueza generados", precisa de "proyectos más sólidos y competitivos".

El documento admite que la crisis "ha puesto en evidencia deficiencias y limitaciones" de los instrumentos financieros de intercooperación que, afectados por la caída de Fagor Electrodomésticos, padecen una "situación de debilidad que es necesario revisar y recomponer".

Aunque el grupo reafirma la necesidad de "mantener instrumentos financieros corporativos", apuesta a la vez por rediseñarlos o crear nuevas herramientas para financiar internamente sus cooperativas "que se adapten mejor a los nuevos requerimientos del futuro".

En su intervención ante el congreso, Sotil ha animado a los cooperativistas a enfrentarse a este nuevo tiempo "con confianza, ilusión y optimismo" para "superar traumas, eliminar complejos y creer en la capacidad de este grupo cooperativo y de sus personas para construir el futuro".

El documento constituye el fin de la primera fase de la reflexión abierta a principios de este año, tras la dimisión en enero del anterior presidente, Txema Gisasola, arrastrado por la crisis de Fagor Electrodomésticos.

A partir de ahora, se abre una segunda fase en la que cada cooperativa analizará el proyecto reformulado y hará sus propias aportaciones para acabar de definirlo.

Al comienzo del congreso, varios centenares de damnificados por las aportaciones voluntarias a Fagor Electrodomésticos y Edesa han mantenido un acto de protesta en el exterior del Kursaal, para exigir a la Corporación que negocie la devolución de los ahorros perdidos con la quiebra de estas dos cooperativas.