Monti se compromete "a poner a Europa en el centro de las reformas" de Italia

  • El primer ministro italiano, Mario Monti, se comprometió hoy a "poner a Europa en el centro de las reformas" de Italia en su primera visita como jefe de Gobierno a la capital europea, donde recibió pleno apoyo y elogios a su figura de los máximos líderes de las instituciones europeas.

Bruselas, 22 nov.- El primer ministro italiano, Mario Monti, se comprometió hoy a "poner a Europa en el centro de las reformas" de Italia en su primera visita como jefe de Gobierno a la capital europea, donde recibió pleno apoyo y elogios a su figura de los máximos líderes de las instituciones europeas.

Monti se reunió en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente del Consejo Europeo, para presentarles su programa de reformas, en el que profundizará más en detalle el viernes en Roma con el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.

El mandatario italiano afirmó que hará "todo lo que pueda para poner a Europa en el centro de la actividad de nuestro Gobierno".

Prometió aplicar plenamente los acuerdos de las últimas cumbres de la eurozona y de la UE, y que respetará los compromisos que ha asumido su predecesor, Silvio Berlusconi, lo que incluye conseguir el equilibrio presupuestario en 2013.

"Podemos llegar al fondo (...) al corazón de las reformas estructurales en Italia", reafirmó Monti, quien también defendió una visión "tradicional" de Europa que se basa en el método comunitario.

El programa de Italia se basa en tres pilares: la disciplina fiscal, el crecimiento económico y la igualdad social, y Van Rompuy dio a entender que Monti presentará pronto parte de las medidas que pretende impulsar para conseguir estos objetivos.

El primer ministro italiano mantuvo un perfil más bien bajo en sus dos comparecencias ante la prensa, en las que pesaron casi más las palabras de Barroso y de Van Rompuy, que destacaron la capacidad y la autoridad que tiene Monti para encarrilar la economía italiana hacia la senda de la consolidación fiscal y presupuestaria, y la reducción de la deuda pública, del 120 % del PIB, el doble de lo permitido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE.

Ambos conocen al ex comisario europeo desde hace muchos años y quizás por eso no se habló muy en profundidad de los problemas de Italia y de medidas concretas, algo que Monti deja para su entrevista con Rehn, como reconoció.

Van Rompuy consideró que todos los Estados miembros de la UE se beneficiarán de la "impresionante experiencia" de Monti y de su visión de Europa. "Es un activo para todos nosotros", aseguró.

Barroso calificó al primer ministro como una persona "comprometida, competente y experimentado" en el que confía plenamente y por ello se mostró convencido de que Italia superará la difícil prueba de la crisis de la deuda con un esfuerzo sostenido.

No obstante, estas alabanzas también iban acompañadas de una advertencia y de una nota de seriedad.

El presidente de la Comisión afirmó que el Gobierno italiano tiene una "responsabilidad histórica" por delante y que los ojos de Europa y del mundo están puestos sobre el país.

En momentos en los que la prima de riesgo del bono italiano a diez años ronda los 500 puntos básicos, la situación de Italia "sigue siendo difícil", sostuvo.

"Es por lo que creo que este Gobierno, liderado por Mario Monti, tiene una responsabilidad histórica", señaló.

"Se trata de un gran desafío, pero ciertamente nadie está esperando milagros. Se necesita un esfuerzo sostenido", señaló.

Los países más expuestos a la volatilidad de los mercados, entre ellos Italia, y a su desconfianza deben hacer un esfuerzo en materia de consolidación fiscal y reformas estructurales para crear perspectivas de crecimiento. Eso tomará su tiempo, dijo.

"Italia debe esforzarse para recuperar la confianza de los inversores", pues en los mercados se refleja que todavía hay preocupaciones con respecto a la tercera economía europea, agregó.

Por su parte, Van Rompuy también dijo confiar "plenamente en la capacidad del primer ministro para ejecutar su ambicioso programa de reformas. No es sólo importante para Italia, sino también para el conjunto de la eurozona", señaló.

Por eso la Comisión Europea supervisa el cumplimiento de las reformas por parte del Gobierno italiano, algo que Monti saluda porque sirve al futuro de Italia y al Ejecutivo para mejorar sus políticas. No hay "segundas intenciones" detrás, aseguró.

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