Moody's cuestiona la solvencia del Italia y añade presión al Gobierno

  • La decisión de la agencia de medición de riesgos Moody's de rebajar de Aa2 hasta A2 la calificación de la deuda soberana italiana ha vuelto a poner en una situación delicada a Italia, que ha visto de nuevo cuestionada su solvencia financiera, añadiendo más presión al Gobierno de Silvio Berlusconi.

Roma, 5 oct.- La decisión de la agencia de medición de riesgos Moody's de rebajar de Aa2 hasta A2 la calificación de la deuda soberana italiana ha vuelto a poner en una situación delicada a Italia, que ha visto de nuevo cuestionada su solvencia financiera, añadiendo más presión al Gobierno de Silvio Berlusconi.

El Ejecutivo intentó salir al paso de este nuevo revés, que se suma a la rebaja de Standard & Poor's anunciada hace cerca de dos semanas, asegurando que se esperaba la decisión de Moody's después de que el pasado 17 de junio la agencia de 'rating' pusiera la deuda soberana del país transalpino bajo revisión para un posible recorte.

Sin embargo, lo que quizá no esperaba el Ejecutivo es la magnitud de esa rebaja, que ha sido de tres escalones, con lo que la deuda italiana queda con una calificación de notable, frente a la de sobresaliente que gozaba hasta ahora.

El anuncio de la agencia de calificación estadounidense no ha tenido, no obstante, un efecto inmediato en la valoración que los mercados financieros otorgan a la deuda italiana, cuya prima de riesgo se mantuvo hoy en torno a los 380 puntos básicos, e incluso bajó hasta los 370.

La Bolsa de Milán, por su parte, abrió al alza para mantenerse durante toda la jornada en terreno positivo y cerrar con una subida del 3,94 % en su índice selectivo FTSE MIB, que se situó en 14.805,48 puntos.

Pese al golpe infligido por Moody's, la Comisión Europea intentó, por su parte, infundir un poco de tranquilidad al asegurar que mantenía su valoración de Italia, "seriamente comprometida con su fuerte y ambiciosa consolidación fiscal".

Moody's atribuyó su decisión al "incremento de los riesgos de financiación a largo plazo para los países de la zona euro con altos niveles de deuda pública, como Italia", un país cuyo endeudamiento se sitúa en torno al 120 % del Producto Interior Bruto (PIB), por encima del 104 % que registraba al comienzo de la crisis económica.

Asimismo, indicó que la rebaja está motivada por la creciente incertidumbre sobre el crecimiento económico del país debido a "debilidades estructurales" y a unas peores perspectivas de crecimiento a nivel global.

A todo ello se sumaron las dificultades para que el Gobierno italiano pueda "cumplir con sus compromisos de consolidación fiscal y revertir la tendencia adversa registrada en la deuda pública", debido a "las incertidumbres políticas y económicas".

El Ejecutivo italiano respondió a la rebaja de la nota con que sigue trabajando en su objetivo de sanear las cuentas públicas del país y lograr así el equilibrio presupuestario en 2013, como prevé el último plan de ajuste aprobado por el Parlamento en septiembre, por un valor de cerca de 54.000 millones de euros.

Unas medidas a las que debería sumarse en los próximos días un nuevo plan para relanzar la economía, como anunció el propio Berlusconi el pasado día 3, después de que el Ejecutivo italiano revisara a la baja sus previsiones de crecimiento.

Las reacciones por parte del Gobierno a la rebaja de Moody's han sido más contenidas que las realizadas tras la degradación hecha por Standard & Poor's el pasado 19 de septiembre, cuando el primer ministro italiano criticó públicamente que la valoración emitida por la agencia de calificación estaba dictada más por lo que decían los periódicos que por la realidad.

Sin embargo, y pese a la aparente calma del Gobierno ante la nota de Moody's, los medios de comunicación informaron hoy de que tras el anuncio de la rebaja Berlusconi se reunió con el ministro de Economía, Giulio Tremonti, y el subsecretario de la Presidencia del Gobierno, Gianni Letta.

Precisamente, unas declaraciones desafortunadas de Tremonti levantaron la polémica en las últimas horas en Italia, ya que el ministro señaló que una posible explicación a la bajada de la prima de riesgo española podría encontrarse en la convocatoria de elecciones generales del próximo 20 de noviembre.

Un comentario que hizo en Luxemburgo y que se vio obligado a matizar, asegurando que no había querido hacer ninguna alusión a Italia, después de que los medios italianos interpretaran sus declaraciones como una apertura a la posible convocatoria de elecciones.

La oposición italiana, por su parte, volvió a mostrarse crítica con la actuación del Gobierno tras la rebaja de Moody's y atribuyó a la mayoría en el poder la absoluta responsabilidad de lo sucedido.

El primero en emitir un juicio fue el líder de la principal formación en la oposición, Pierluigi Bersani, del Partido Demócrata (PD), que calificó la rebaja de Moody's como un "mazazo", al tiempo que advirtió del riesgo de que la desconfianza "hunda" al país y reiteró que no es posible llegar así al final de la legislatura, en 2013.

La presidenta de la patronal, Emma Marcegaglia, insistió, como ya sucedió el pasado viernes, en la necesidad de que Italia cambie su manera de afrontar la crisis ya que está obligada a "recuperar la credibilidad", en la misma línea que el presidente de la Asociación Bancaria Italiana (ABI), Giuseppe Mussari, que abogó por que se lleven a cabo medidas destinadas a fomentar el crecimiento.

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