El mundo de la cultura vuelve a vestirse hoy de luto. Ricardo Bofill, el arquitecto más cosmopolita e internacional de nuestro país, ha fallecido este viernes en su Barcelona natal a los 82 años, después de una larga temporada alejado del foco mediático. Se desconoce si el catalán tenía problemas de salud o si su muerte ha sido por causas naturales.
Expulsado de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona en 1957 por su militancia política, Bofill se establecía en París y, tras completar sus estudios en Suiza, fundó su célebre Taller de Arquitectura, en el que incluyó no solo a arquitectos sino también a otro tipo de intelectuales, 'responsables' de los grandes y famosos proyectos de Ricardo en todo el planeta durante el último medio siglo.
Entre sus obras más emblemáticas y famosas, la muralla rosa de Calpe - una de las construcciones más instagrammeadas de nuestro país - el edificio del Hotel Vela en Barcelona, el Teatre Nacional de Catalunya, los jardines del Turia en Valencia, la proyección de la Castellana en Madrid o el parque del Manzanares, también en la capital.
Fuera de nuestras fronteras, el Cita del Center en Chicago, el Twin Center en Casablanca, la sede de Shiseido en Tokio, Les Arcades du Lac en Versalles (Francia), un pueblo agrícola en Argel... incontables construcciones y proyectos urbanísticos que convirtieron a Bofill en uno de los arquitectos más laureados, cosmopolitas y talentosos del mundo.
Además, se convirtió en un personaje habitual de la prensa rosa por su hijo, Ricardo Bofill Jr, con una agitada vida sentimental que le convirtió en uno de los famosos más seguidos de la última década de los 90 y principios de los 2000 por sus polémicas historias de amor con celebrities de la talla de Chabeli Iglesias Preysler o Paulina Rubio.
