Berlín, 1 oct.- Tres mineros alemanes murieron hoy tras quedar sepultados a 700 metros de profundidad en una mina de potasa de la localidad de Unterbreizbach (este de Alemania), a consecuencia de una explosión, presuntamente, por una fuga de gas, informó la empresa K+S.
El gigante químico alemán, que gestiona la explotación, confirmó que han fallecido los tres operarios que se encontraban aún en el interior de la mina, tras el rescate de otras cuatro personas, que resultaron ilesas.
La detonación se produjo sobre las 11.00 GMT, después de lo que iba a ser una explosión controlada, a 900 metros de profundidad, indicaron fuentes de la empresa.
Según parece, la explosión se produjo tras una fuga de ácido carbónico y los efectos de la fuerte detonación impactaron no solo en las galerías de la mina sino también el resto del complejo industrial de K+S, un grupo extractivo que cotiza en el DAX 30 alemán.
Los equipos de rescate procedieron a evacuar tanto las galerías como los accesos a la mina por motivos de seguridad y para facilitar las operaciones de salvamento.
La empresa descartó cualquier tipo de riesgo para la colindante localidad de Unterbreizbach, de 3.800 habitantes.
La explotación cuenta con una plantilla total de 4.300 empleados, de los cuales unos cien trabajan en la mina donde se produjo el accidente.
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