Nick Clegg ataca a los conservadores euroescépticos de la coalición

Londres, 30 oct.- El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, ha lanzado un ataque contra los conservadores euroescépticos dentro del Gobierno de coalición al considerar que sus aspiraciones para el Reino Unido suponen un "suicido económico".

En declaraciones al dominical británico "The Observer", el líder del Partido Liberaldemócrata, socio de los tories en el Ejecutivo, se mofa de los miembros del Gobierno que creen que este país sobreviviría fuera de Europa en base a la llamada "relación especial" con Estados Unidos.

"Los euroescépticos tienden a mirar con nostalgia al otro lado del Atlántico pero los americanos están interesados en nosotros en gran parte debido a nuestra influencia con nuestros vecinos", escribió el político en el citado rotativo.

Según Clegg, la alta consideración de este país en Washington se debe a la alta consideración que el Reino Unido tiene en Bruselas, París y Berlín.

El pasado 24 de octubre, la petición de un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE fracasó en una votación parlamentaria que, por primera vez, retó la autoridad del primer ministro británico entre sus filas.

En esa votación, alrededor de 80 diputados conservadores desertaron en la Cámara de los Comunes de la posición de Cameron y se pronunciaron a favor de celebrar una consulta popular sobre la pertenencia del Reino Unido a una Unión Europa en crisis, en una votación con 111 sufragios a favor y 483 en contra.

Pese a la oposición de los tres principales partidos, la moción parlamentaria subrayó las diferencias que el tema europeo suscita en el ala más euroescéptica de la formación tory, que dio pie a la primera gran rebelión de diputados conservadores británicos desde la victoria de Cameron en mayo de 2010.

"Hasta la fecha, el debate ha estado dominado por dos extremos. Por un lado, hay algunos que ven una oportunidad para una Unión Europea más centralizada (...) Por otro, están los que imaginan la ocasión par que el Reino Unido se aleje de la unión", reflexionó Clegg.

Según el líder liberaldemócrata, "ningún extremo del argumento es correcto" y tanto eurófobos como eurófilos son partidarios de que este país sacrifique el lugar que ahora ocupa en lo más alto de las filas europeas, "sacrificando la influencia esencial para la prosperidad del Reino Unido".

Clegg considera que "solo con una voz fuerte en una Europa unida podemos promover la economía abierta que traerá el crecimiento (económico)".

"Arrinconarnos a los márgenes, o refugiarnos allí de forma voluntaria sería un suicidio económico, una manera de dañar los negocios británicos y perder empleo", dijo.