"No esperábamos tantas sorpresas y problemas", dice el dueño de Nueva Rumasa

  • "Nos hemos llevado muchas sorpresas, hemos entrado en muchas compañías y te llevas sorpresas, pero tantas no; no esperábamos tener tantos problemas", han afirmado a Efeagro fuentes de Back in Business, propiedad de Ángel de Cabo, dueño desde el pasado septiembre de más de cien empresas de Nueva Rumasa.

Madrid, 21 feb.- "Nos hemos llevado muchas sorpresas, hemos entrado en muchas compañías y te llevas sorpresas, pero tantas no; no esperábamos tener tantos problemas", han afirmado a Efeagro fuentes de Back in Business, propiedad de Ángel de Cabo, dueño desde el pasado septiembre de más de cien empresas de Nueva Rumasa.

Precisamente Ángel de Cabo y sus colaboradores Ivan Losada y Fernando Lavernia (también accionistas de Nueva Rumasa) están citados a declarar como imputados la próxima semana ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.

La Audiencia Nacional ha revelado la existencia de un "borrador confidencial" según el cual Ruiz-Mateos y De Cabo abrieron negociaciones para repartirse el importe que quedara de las operaciones judiciales de los concursos y de la venta de activos.

Fuentes de Back in Business han precisado que, de las 38 compañías activas del centenar de empresas de Nueva Rumasa que adquirieron a los Ruiz-Mateos por un euro cada una de ellas, "sólo nos quedarán algunas bodegas y hoteles, una vez finalicen los procesos concursales".

Las negociaciones de compraventa empezaron por 400 millones de euros, lo que los Ruiz-Mateos "nos pedían en abril solo por la cadena hotelera, pero la realidad es que "libre de cargas estos señores no tenían nada, todo está hipotecado".

Las mismas fuentes han aseverado que pensaban que podrían salvar parte de la cadena hotelera, pero que luego "empezaron a surgir problemas con los anteriores propietarios, porque los Ruiz-Mateos no les había pagado sus acciones y que ahora, en algunos casos, intentan recuperarlos".

Algo similar ha ocurrido con bodegas como Cavas Hill: "vimos que contaba con un pasivo pequeño, pero luego aparece como avalista por 60 millones de la publicidad que se le debía a la agencia Carat, algo que no figuraba en la contabilidad", han matizado.

En las bodegas de Jerez "calculamos los pasivos y los gastos fijos, y pensamos que se podían reducir y que junto con un ERE del 50 % y la centralización de las bodegas se podrían sacar adelante; pero aparecieron pasivos que no conocíamos, lo que hace que tengan que pasar muchos más años para que sean rentables", han apuntado.

Ahora "el escenario es distinto, si no es posible salvar una compañía se venderá la unidad productiva dentro del concurso" y "si podemos las compraremos por menos precio, si nos encaja o si es interesante, pero no si hay un mejor postor", han apuntado.

Pero Back in Business tiene un handicap, no es propietaria de marcas como Garvey y de Dhul, cuyos propietarios radican en paraísos fiscales.

Según las mismas fuentes, se han encontrado plantillas saturadas y falta de productividad en las bodegas, causado a su juicio por la política de los Ruiz-Mateos de "no despedir a nadie".

La imagen de insolvencia que proyectaba Nueva Rumasa ha sido la razón por la que Back in Business ha dejado de comercializar los hoteles bajo la marca Hotasa.

Las mismas fuentes han subrayado que el tiempo ha jugado en contra y que, si hubieran comprado antes, cuando iniciaron los contactos en abril de 2011, "podríamos haber estado mejor y no haber caído tanto".

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