Nuevo ministro de Hacienda busca calmar a Brasil pero mercados caen

  • El nuevo ministro de Hacienda de Brasil, Nelson Barbosa, buscó el lunes tranquilizar a los inversores pero los mercados le dieron la espalda: el real cruzó nuevamente el umbral de las 4 unidades por dólar y la bolsa retrocedió 1,62%.

Barbosa señaló que las grandes líneas de acción de su predecesor, Joaquim Levy -control del gasto y de la inflación- serían mantenidas para controlar la crisis que golpea a la séptima economía global, durante una teleconferencia con inversores internacionales.

Pero tras abrir en calma, el real cerró con una caída de 1,17% cotizado en 4,024 unidades por dólar mientras que la bolsa de Sao Paulo bajó 1,62% a 43.199 puntos en la primera sesión con Barbosa al frente de la economía.

El real tocó su mínimo histórico en 4,24 unidades por dólar el 1 de octubre pasado, y el viernes pasado cuando Levy salió del gobierno perdió 1,42%. En esa sesión, la bolsa retrocedió un fuerte 2,98%.

"Quiero subrayar que la dirección de nuestra política económica es la misma, nuestro foco sigue siendo el ajuste fiscal y la reducción de la inflación", dijo Barbosa a inversores este lunes.

Brasil tiene una inflación anualizada de 10,48% y cerró el 2015 con un déficit de ahorro primario cercano al 2% del PIB.

Barbosa es un economista de perfil mucho menos ortodoxo que Levy, que se formó en Estados Unidos y trabajó en el FMI, y más vinculado a ideas desarrollistas. Hasta el viernes, último capítulo de la crisis económica y política que golpea a Brasil, conducía el Ministerio de Planificación.

"Los inversionistas nacionales e internacionales pueden continuar confiando en Brasil, pueden estar seguros que trabajaré para transformar nuestro potencial desarrollo en oportunidades concretas de inversión", dijo Barbosa, luego de ser juramentado por la presidenta Dilma Rousseff.

Pero el analista André Ferreira, de la Corretora Futura en Sao Paulo, dijo a la AFP que "ya no hay más tregua ni más oportunidades" para la economía brasileña.

"De ahora en adelante o Barbosa hace lo que tiene que hacer o apagamos la luz y nos vamos. El mercado ya no cree más, punto final. Se acabaron las fichas del gobierno", comentó.

En el acto de juramentación de Barbosa, Rousseff agradeció a Levy por su "decisiva" labor para hacer "ajustes imprescindibles". "Su dedicación, así como su trabajo ayudaron en la aprobación de la legislación fiscal, aún en un ambiente de crisis política (...), mostró gran capacidad para actuar con serenidad y eficiencia", siguió.

La mandataria pidió al nuevo equipo económico para "trabajar con metas realistas y factibles, actuar para estabilizar la economía y hacer lo que sea necesario para retomar el crecimiento, sin alternaciones ni cambios bruscos".

Barbosa reiteró a los inversionistas el compromiso del gobierno de alcanzar la meta fiscal del 0,5% del PIB el año próximo, que dependerá de la creación de un impuesto a las transacciones financieras, entre muchas otras variables.

El impuesto debe llegar al Congreso en el primer semestre.

"Se han tomado muchas acciones en especial en los gastos del estado (...) Infelizmente, no ha sido suficiente para alcanzar la meta fiscal inicial este año debido a que la reducción de la actividad económica golpeó nuestra recaudación impositiva", dijo Barbosa en referencia a la fuerte reducción del ahorro primario que tuvo que asumir el gobierno en 2015.

El ministro dijo además que esperaba que los ingresos comiencen a recuperarse en la segunda mitad del 2016.

"Estamos enfocados también en reformar los gastos obligatorios del Estado. El mayor costo de Brasil es la seguridad social, que junto con la asistencia social, suman 47% de todos los gastos primarios", explicó.

Barbosa anunció también que el gobierno enviará un proyecto de ley y uno de enmienda constitucional a inicios del 2016 para modificar la edad de acceso a esos beneficios, que deberán atravesar el filtro de un Congreso que fue reacio a apoyar el ajuste de su antecesor durante 2015.

Durante la breve gestión de Levy, y pese a su oposición, el gobierno redujo cinco veces la meta de ahorro primario del 2015, hasta dejarla en un déficit de casi 2 puntos del PIB.

La semana pasada, el Congreso aprobó un superávit fiscal de apenas 0,5% para 2016, por debajo del 0,7% que pretendía el ortodoxo exministro.

En la teleconferencia con inversores, que se extendió por una hora, Barbosa presentó sus planes y respondió preguntas que buscaban desentrañar qué ocurrirá en los próximos meses con la aguda recesión que atraviesa Brasil, y que a toda luz se arrastrará durante todo el 2016.

"No creemos en Barbosa, porque es como volver a la época de [el exministro de Hacienda Guido] Mantega en la que Dilma decidía todo. Ya no habrá la independencia que esperábamos en torno al ajuste fiscal", señaló Ferreira.

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