Barak Obama ha ofrecido hace algunas horas su tradicional discurso en la cena de los congresistas negros, en el que ha pedido ayuda a todos ellos y les ha pedido que protesten menos y se esfuercen más.
El presidente estadounidense ha respondido así a las críticas de este grupo, que considera que colabora demasiado con los republicanos y su política social está en entredicho. El desempleo entre miembros de la comunidad negra duplica el promedio del país, y se sitúa en el 16,7%.
Obama ha invitado a los casi 3.000 asistentes al evento a "quitarse el pijama" y a ponerse en marcha. "Acabad con esto. Dejad de compadeceros. Dejar de quejaros. Dejad de llorar. Vamos a luchar por ello. Tenemos trabajo que hacer", comentó igualmente.
Entre esas tareas pendientes, el presidente de EE.UU. destacó sus últimas medidas discales e inversiones in infraestructuras, que deberían beneficiar a unos 100.000 negocios regentados por la comunidad negra, y hasta a unos 20 millones de miembros de esta minoría.
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