Obama preocupado por la amenaza de una nueva recesión en Europa

  • El presidente estadounidense, Barack Obama, expresó hoy su "preocupación" por la posibilidad de que la "amenaza de una renovada recesión" en Europa afecte a EE.UU, e instó a los europeos a complementar la disciplina presupuestaria con estímulos al crecimiento.

Washington, 8 jun.- El presidente estadounidense, Barack Obama, expresó hoy su "preocupación" por la posibilidad de que la "amenaza de una renovada recesión" en Europa afecte a EE.UU, e instó a los europeos a complementar la disciplina presupuestaria con estímulos al crecimiento.

"En estos momentos, nuestra preocupación es Europa, que afronta la amenaza de una nueva recesión mientras sus miembros tratan de superar la crisis financiera. Obviamente, ésto nos concierne porque Europa es nuestro principal socio comercial", explicó Obama.

El presidente estadounidense compareció ante la prensa, para abordar los decepcionantes datos económicos recientes en EE.UU y las tensiones financieras en la eurozona, a cinco meses de las elecciones en las que se juega la reelección.

"Si hay menos demanda para nuestros productos en lugares como París o Madrid, eso puede significar menos negocios para nuestros fabricantes en Pittsburgh o Milwaukee", agregó.

Obama insistió en la necesidad de coordinación en Europa al subrayar que "a corto plazo, deben estabilizar el sistema financiero" y "una parte consiste en tomar claras medidas, lo antes posible, para inyectar capital en los bancos débiles".

La crisis financiera ha generado un repunte de las tensiones en la eurozona, especialmente en España e Italia, que han visto cómo se disparaba la prima de riesgo de su deuda pública en un complejo contexto de recesión económica.

En este sentido, celebró que en Europa haya ahora, "en paralelo" a las discusiones sobre "maneras sensatas" de solucionar los problemas de financiación, conversaciones sobre cómo mostrar "algo de flexibilidad, para que estas reformas adquieran fuerza".

A juicio de Obama, lo "adecuado" es combinar la "inversión a corto plazo en crecimiento y trabajos con una senda de responsabilidad fiscal a largo plazo".

Y aseveró que este enfoque se puede aplicar tanto a Europa como a EE.UU., que también encara problemas relacionados con una abultada deuda y un creciente déficit presupuestario.

Aprovechó la ocasión, asimismo, para expresar algo de optimismo respecto a la resistencia del sistema financiero estadounidense al contagio de lo que ocurra al otro lado del Atlántico.

"La buena noticia es que mucho del trabajo que hicimos en 2009 y 2010 ha situado a nuestro sistema financiero sobre una base mucho más sólida", subrayó.

En concreto, el presidente estadounidense recordó la insistencia en aumentar las exigencias de capital para los bancos, lo que se traduce ahora en que pueden absorber algunos de los choques que puedan venir de Europa.

"El equipo del sector financiero ha estado vigilando esto detenidamente y creo que estamos preparados para un amplia gama de contingencias", agregó.

Ante este contexto de "debilidad en la economía mundial, no solo por Europa sino también por algo de desaceleración en Asia", destacó la importancia "crítica" de "tomar medidas para fortalecer" la economía estadounidense.

Obama lanzó de nuevo un ataque a los republicanos en el Congreso, a los que acusó de obstaculizar sus medidas de estímulo a la economía estadounidense.

La primera economía del planeta se desaceleró en el primer trimestre del año, del 2,2% al 1,9%, y su tasa de desempleo subió por primera vez en once meses hasta el 8,2%.

"Si el Congreso decide que no dará pasos para estimular el empleo porque éste es un año de elecciones, entonces el Congreso deberá explicarle a la ciudadanía por qué no actúa", señaló el presidente, que buscará la reelección en noviembre.

Por ello, volvió a insistir en varias de las iniciativas contenidas en un proyecto de ley de estímulo del empleo que él envió al Congreso el año pasado y sobre el cual aún no hay decisión.

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