Ocho vicios españoles que impiden conciliar familia y trabajo

  • Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España, explica cuáles son los aspectos que impiden un mejor aprovechamiento del tiempo en nuestra vida diaria.
Markus Steen

¿Y qué se tiene que hacer en España para conseguir ver a la familia y acabar el trabajo a tiempo? La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España trata de dar respuesta a ese interrogante en el V Congreso Nacional de Horarios Racionales, donde se intenta concienciar a las empresas de que, aunque la crisis aprieta, compaginar familia y trabajo es "competitivo". Su presidente, Ignacio Buqueras y Bach, explica algunos de los vicios españoles más comunes que impiden una buena conciliación familiar:

Desinterés político. Cuando me he reunido con líderes políticos han mostrado su sensibilidad a este problema y la promesa de que lo reflejararían en sus programas pero nunca lo cumplen. Estamos en un país con demasiadas buenas palabras y pocas realidades. Espero que las elecciones catalanas de noviembre y las municipales de 2011 incluyan iniciativas de conciliación laboral.Cultura del 'presentismo'. Lo importante es estar presente en la empresa aunque no haya tarea. Hasta que no se va el jefe, el director general, el consejero delegado, el ministro, el alcalde... la gente no se va y esto es una cultura que hay que superar y nosotros estamos preconizando la cultura de la eficiencia que busca la excelencia.Pésima gestión del tiempo.Un horario que supere las cinco de la tarde no es adecuado para el trabajador. El ideal sería aquel que se iniciara de manera flexible entre las 7:30 horas y las 9:00 horas, finalizara no más allá de las 16:30-18:00 horas y que no dedicara más de 45-60 minutos a mediodía para almorzar, suficientes para una sana dieta mediterránea. Además, trabajar por objetivos favorece la optimización del tiempo.Pluriempleo. El pluriempleo distorsiona los horarios y debería ser una cosa esporádica porque los españoles tienen que dedicar las horas suficientes para hacer cada trabajo correctamente.Complejo asimilado. Los ciudadanos creen que es imposible cambiar los horarios y hemos abandonado toda posibilidad de hacerlo. Hemos asumido esta rutina y parece que no hay vuelta atrás pero no siempre fue así: hasta los años treinta y cuarenta, España tenía horarios similares a los del resto de Europa.Iniciativa empresarial. Cada vez, hay más empresas que están dando el paso y son conscientes de que con horarios racionales son más competitivos. Cuando el capital humano está reconocido y se siente motivado es mucho más productiva. Normalmente, las empresas nuevas formadas por mujeres emprendedoras que han sufrido la poca atención a la conciliación laboral tienen mayor sensibilidad.Excepción mediterránea. Cuando viajamos a cualquier país mediterráneo como Italia, Grecia o Marruecos podemos comprobar que existen horarios similares al resto de Europa. Nosotros, en cambio, no lo ponemos en práctica.Vivir para trabajar. La conciliación tiene que ser primero personal, luego familiar y después laboral. Primero tenemos que satisfacer nuestras inquietudes, aficiones y resolver las problemáticas. Después viene la famila y, por último, el trabajo. Hay que tener en cuenta que cada vez hay más personas que viven solas y se retrasa la edad para vivir en pareja o contraer matrimonio.

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