Buenos Aires, 19 nov.- La oposición argentina aplaudió hoy la salida del Gobierno del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el funcionario más polémico y criticado del Ejecutivo, pero advirtió que su renuncia no basta para encauzar la política económica y reclamó medidas para frenar la inflación.
Moreno, popular por emplear métodos poco ortodoxos para imponer sus decisiones, renunció hoy a su cargo y ocupará la agregaduría económica de la embajada argentina en Italia, a partir del próximo 2 de diciembre, según anunció el portavoz presidencial.
Apenas unas horas antes, Moreno había comparecido ante la Cámara Federal porteña, que debe resolver sobre su posible procesamiento por denuncias de abuso de autoridad presentadas por consultoras que fueron multadas por divulgar datos sobre la inflación.
La renuncia del funcionario, a cargo de controlar los precios al consumidor en un contexto de creciente inflación, se concretó un día después de que Fernández dispusiera cambios en su Gobierno que afectan, entre otros, a la Jefatura de Gabinete, que será ocupada por el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, y al ministerio de Economía, que estará encabezado por Axel Kicillof.
Para el diputado radical y exvicepresidente Julio Cobos la sorpresa no ha sido la renuncia sino el hecho de que no se haya anunciado el lunes, cuando se adelantaron los cambios en el Gobierno.
A su juicio, la salida de Moreno no resuelve el problema de fondo, que es la necesidad de frenar la inflación que organismos independientes sitúan por encima del 25 por ciento.
La diputada Elisa Carrió consideró que es "una gran alegría, porque hay un fascista menos en el Gobierno, pero todo seguirá igual o peor porque el ministro de Economía es (Axel) Kicillof".
También el diputado Fernando "Pino" Solanas saludó el desplazamiento de "quien creyó que con gestos autoritarios y con falsificaciones de las estadísticas públicas podría convencer a los empresarios".
"Lo que ha hecho el equipo económico del Gobierno ha sido dejar el marco económico de la Argentina a la deriva. Estamos ante un equipo de improvisados con mucho aventurerismo económico", concluyó.
El ex ministro de Economía Martín Lousteau advirtió que "celebrar la salida de alguien que nunca debería haber estado en el Gobierno, porque no tiene la estatura técnica ni moral, es conformarse con poco".
"Seguramente va a generar menos problemas el hecho que Moreno no esté pero para resolver las cuestionen más profundas hay que esperar a ver las decisiones del nuevo ministro de Economía", señaló.
En el oficialismo se guardó silencio ante la salida de un funcionario incómodo que contribuyó a debilitar la imagen de la presidenta y del Ejecutivo.
Entre los que se animaron a comentar la retirada, otro polémico personaje afín al kirchnerismo, el líder piquetero Luis D Elía, quien escribió en Twitter "Un gran abrazo para Guillermo Moreno, un patriota, un gran compañero y sobre todo leal".
Desde la Secretaría de Comercio Interior, Moreno intentaba poner coto a las constantes subidas de precios con acuerdos con productores y supermercados de limitada efectividad.
Además, regulaba las importaciones con trabas en algunos sectores y, según medios locales, buscaba controlar el precio del dólar en el mercado informal con métodos pocos convencionales, como presiones a operadores en esa plaza.
Asimismo, mantenía un litigio judicial con consultores en economía privados a los que multó y denunció por difundir sus propias estadísticas de inflación, muy por encima de los datos del instituto oficial de estadísticas, donde se le acusa de haber puesto en marcha cambios metodológicos para ocultar la escalada de precios.
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