Oposición y sindicatos critican el discurso de Año Nuevo del presidente luso

  • El discurso de Año Nuevo del jefe del Estado portugués, Aníbal Cavaco Silva, suscitó hoy duras críticas entre los partidos de la oposición y los sindicatos, que lo consideran muy próximo a las tesis defendidas por el Ejecutivo.

Lisboa, 2 ene.- El discurso de Año Nuevo del jefe del Estado portugués, Aníbal Cavaco Silva, suscitó hoy duras críticas entre los partidos de la oposición y los sindicatos, que lo consideran muy próximo a las tesis defendidas por el Ejecutivo.

Reacción contraria generaron las palabras de ayer del presidente luso en las dos formaciones miembros de la coalición conservadora en el Gobierno, que se mostraron dispuestas a negociar con el resto de fuerzas políticas y consensuar la estrategia a seguir por el país en los próximos años, tal y como les reclamó Cavaco Silva.

En declaraciones a los periodistas, el secretario general del principal sindicato del país, la CGTP, Arménio Carlos, lamentó hoy que el jefe de Estado no hiciera mención de enviar alguna de las medidas más polémicas que incluyen los Presupuestos de 2014 al Tribunal Constitucional, como sí hizo el año pasado.

"Su intervención no se corresponde con lo que es realmente este país, seguimos pensando que este Presupuesto presenta varias disposiciones inconstitucionales", dijo el líder sindical.

Desde el principal partido de la oposición, el socialista (PS), se criticó la intervención del jefe de Estado por "seguir la línea marcada por el discurso del Gobierno, sobre todo en lo que hace referencia a la salida del programa de asistencia financiera".

"Al contrario de lo que el presidente da a entender, regresar a los mercados con un programa cautelar -una especie de línea de crédito preventiva a la que podría recurrir Portugal para contar con una red de seguridad tras cerrar su programa de asistencia financiera- no es lo mismo que regresar a los mercados de forma autónoma", según su portavoz parlamentario, José Junqueiro.

Junqueiro no hizo referencia a las llamadas al consenso del presidente y aseguró que su grupo solicitará al Constitucional que elabore un dictamen sobre los Presupuestos de 2014, que será vinculante.

El Partido Comunista (cuarta mayor fuerza en el Parlamento) reprochó a Cavaco Silva no pedir la opinión del Alto Tribunal sobre los ajustes aprobados por el Ejecutivo para este año, mientras que desde el marxista Bloque de Izquierda consideraron que el presidente hizo de sus palabras "un elogio continuo a la política de austeridad aplicada por el Ejecutivo".

Las críticas reflejan el clima de división política instalado en el país, lo que dificulta la puesta en marcha de una iniciativa como la que pide el propio presidente luso para iniciar un proceso de negociación entre los partidos.

Los portavoces del gobernante Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha) defendieron que su formación "siempre está disponible para el diálogo", y su socio en el poder, el demócrata cristiano CDS-PP, presumió de "espíritu constructivo" y garantizó que hará todo lo posible para "no contribuir a la crispación política".

Los Presupuestos de 2014, ya sancionados por el jefe del Estado, recogen medidas polémicas como un recorte de los salarios de los funcionarios de entre el 2,5 y el 12 %, además de mantener la elevada presión fiscal.

El presidente luso sí decidió solicitar el parecer del Constitucional sobre un recorte de las pensiones de los trabajadores públicos, a finales de noviembre, un ajuste que fue declarado ilegal por los jueces y que obliga ahora al Ejecutivo a encontrar una alternativa para ahorrar cerca de 400 millones de euros.

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