Paco Alcázar reúne sus primeros trabajos en "Daño gratuito"

  • Madrid.- Dibujante bizarro donde los haya, Paco Alcázar ha captado como nadie la miseria humana, un aspecto al que ha dedicado especial atención desde que acometiera sus primeros trabajos profesionales, reunidos ahora en la antología "Daño gratuito. 1993-2000".

Paco Alcázar reúne sus primeros trabajos en "Daño gratuito"
Paco Alcázar reúne sus primeros trabajos en "Daño gratuito"

Madrid.- Dibujante bizarro donde los haya, Paco Alcázar ha captado como nadie la miseria humana, un aspecto al que ha dedicado especial atención desde que acometiera sus primeros trabajos profesionales, reunidos ahora en la antología "Daño gratuito. 1993-2000".

"Es buena parte del material que dibujé durante los años noventa y que apareció originalmente recopilado en lo que fueron mis tres primeros tebeos, así como un buen número de páginas inéditas o perdidas. El nexo común de todo podría ser un humor bastante negro", explica Alcázar en una entrevista con Efe.

El primero de los cómics se titula "Escarba, escarba", una saga de historietas que el autor define como "viscerales". "Mi madre estaba escuchando el programa de Luis del Olmo y sonó una publicidad cuyo eslogan era 'Somos humanos', y así salió la primera página que aparece en el libro", recuerda.

Esa trama inicial nos presenta a un chico feliz, ilusionado por tener una novia que comparte sus aficiones. Una de esas aficiones es el canibalismo y el chico yace ahora en el suelo sin extremidades. "Naturalmente, con ese punto de partida no podía generarse nada positivo", concede Alcázar.

"Escarba, escarba" se prolongó durante cuatro años (1993-97), cuando el dibujante tuvo que dejar la serie por agotamiento del formato. "Tenía una relación de amor/odio con mi estilo gráfico. Por una parte era muy personal y reconocible, pero por otra no me permitía salir de ciertos esquemas y contenidos", asegura.

Necesitado de nuevos estímulos, Alcázar abandonó la escatología y empezó un cómic de mayor contenido psicológico ("Moho"), donde exploraba los instintos más bajos de la psique humana.

"No sé por qué me interesa esta temática y no estoy seguro de querer saberlo. Me interesa más el misterio que analizar de dónde vienen las cosas que cuento. No utilizo mi trabajo para psicoanalizarme. Si supiera por qué insisto siempre en tocar ciertos temas le quitaría toda la gracia al asunto", opina el ilustrador.

Las formas narrativas de Alcázar ya estaban definidas, pero no así el trazo del dibujo, que pegó un giro de 180 grados en la tercera obra del dibujante, "Porque te gusta". "Dejé el estilo de 'Escarba...' y me puse a buscar una manera de dibujar que me permitiera contar cosas con más matices", rememora.

"Estaba loco con Daniel Clowes y, gráficamente, me interesaba mucho cómo se alimentaba del cómic americano de los cincuenta y sesenta. Intenté hacer algo parecido con la Escuela Bruguera, pero después me di cuenta de que no tenía paciencia ni habilidad para seguir por ese camino, así que volví al lado asilvestrado, que es lo mío", apunta.

El autor de "Daño gratuito" (Diábolo) es un fijo de la revista satírica El Jueves, donde cada semana ofrece las desventuras de "Silvio José", un tipo mezquino y que vendería a su padre por la última novedad en videojuegos bélicos.

"En mis tebeos aparecen muchas relaciones que yo llamo de 'víctima y verdugo'. Suelo empatizar con las dos partes e intento que el lector también lo haga", afirma Alcázar, que ahora estudia la posibilidad de recopilar sus "materiales comerciales".

"Serían mis colaboraciones en prensa y revistas desde 2003, un volumen que incluiría desde páginas para especiales de El Jueves hasta lo que dibujaba en la revista de los 40 Principales, pasando por otras ilustraciones", anuncia.

Julio Soria

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