Paralización de carga internacional en El Salvador deja pérdidas millonarias

  • El paro del transporte de carga internacional en las fronteras de El Salvador, por un cobro que hace este país, arroja pérdidas millonarias según gremios empresariales, mientras que el Gobierno empezó hoy a ceder en esa medida.

Luis Alfredo Martínez

San Salvador, 15 ene.- El paro del transporte de carga internacional en las fronteras de El Salvador, por un cobro que hace este país, arroja pérdidas millonarias según gremios empresariales, mientras que el Gobierno empezó hoy a ceder en esa medida.

Al agravarse el aislamiento comercial del país por vía terrestre, que se prolonga desde la semana pasada, el Gobierno del presidente salvadoreño, Mauricio Funes, pidió hoy a la Asamblea Legislativa suspender por 180 días la conflictiva tasa de 18 dólares por inspección no intrusiva de cargamentos en las fronteras.

Sin embargo, las inspecciones, que se hacen mediante rayos X, se mantendrán aunque el Parlamento levante el cobro, declaró a periodistas el ministro salvadoreño de Hacienda, Carlos Cáceres, tras presentar el proyecto de decreto en la Asamblea.

La medida, aprobada hace varios meses por el Parlamento, se aplica desde el pasado día 6, pero el cobro es rechazado por los transportistas internacionales porque no les corresponde a ellos, sino a los importadores y exportadores, dueños de los cargamentos.

Cáceres reconoció que "es un sistema que tienen que pagar los empresarios y no los transportistas", y dijo esperar que la Asamblea apruebe la suspensión mañana jueves.

Advirtió que a los empresarios "sí se les va a cobrar" por la inspección, que en sus primeros días permitió comprobar que "los más grandes empresarios" salvadoreños "dicen que traen una cosa y pasan otra" en sus cargamentos.

Cientos de tráileres se mantienen estacionados en las principales aduanas de El Salvador con Guatemala y Honduras, y alcanzan varios kilómetros en ambos lados de las fronteras.

La situación más grave se vive en La Hachadura (El Salvador-Guatemala), donde desde el pasado viernes no hay tránsito de carga, transporte de pasajeros ni de vehículos particulares.

En El Amatillo (El Salvador-Honduras) hoy se interrumpió también el paso de particulares y autobuses, pues el de carga está parado desde el domingo.

La protesta abarca también la aduana de San Cristóbal, con Guatemala, y en otros dos pasos fronterizos hay menores problemas.

El paro afecta la carga con origen y destino en El Salvador, así como la que pasa por este país por el corredor centroamericano entre Panamá y México, y ha generado preocupación en gremios empresariales de la región.

Cargamentos de productos perecederos, como frutas y hortalizas, ya se han echado a perder en las fronteras, al tiempo que escasean y se encarecen en los mercados locales, según diversas fuentes.

Para los transportistas "las pérdidas se reflejan (en) casi cinco millones de dólares diarios, que pueden ser más porque la pérdida no solamente es para el país, sino para todo Centroamérica", dijo a periodistas el presidente de la Asociación Salvadoreña de Empresarios de Transporte de Carga (ASETCA), Nelson Vanegas.

El presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales, Javier Simán, dijo a medios locales que el paro afecta "el comercio de El Salvador, que es de 45 millones de dólares diarios, tanto en importaciones como exportaciones".

Simán aclaró que no se han cuantificado pérdidas y que ese monto diario "no toma en cuenta el comercio regional que transita por El Salvador para ir a otros países".

La Federación de Cámaras de Comercio de Centroamérica y República Dominicana expresó el martes en un comunicado "su preocupación" porque el conflicto "ha generado un obstáculo grave al comercio", que "implica cuantiosas pérdidas económicas".

Para el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de El Salvador, Luis Cardenal, el conflicto "debe de solucionarse al más corto plazo posible para evitar mayores consecuencias a la economía en un momento crítico, en medio de un período electoral", por los comicios presidenciales del 2 de febrero próximo.

El presidente de la ASETCA subrayó que el problema "no solamente es el cobro, realmente, sino la violación a la integración centroamericana", por la obstaculización del comercio.

Vanegas consideró que, cuando se suspenda el cobro, será necesario "un plan de contingencia para poder evacuar" los centenares de tráiler de las fronteras.

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