Pemex se defiende y declara ser un viejo colaborador de Repsol

  • Ante las acusaciones desde España de querer trocear Repsol o intentar aprovecharse de ella, Pemex ha defendido su inocencia en la aliaza con Sacyr en el accionariado de la petrolera española. La compañía mexicana ha declarado ser un viejo colaborador de la firma española. De hecho, recuerda haber ayudado a Repsol en momentos críticos.
Pemex amortizará la deuda de su escalada accionarial con el dividendo de Repsol
Pemex amortizará la deuda de su escalada accionarial con el dividendo de Repsol
Carmen Canfrán

La situación en Repsol está que echa chispas. La unión de fuerzas entre la compañía mexicana Pemex y Sacyr para tomar el control de la operadora española ha desencadenado una guerra con los actuales gestores. Pero los políticos y expertos no se han quedado al margen, sino que también han juzgado.

Una de las batallas ha afectado directamente a Pemexal acusarla de querer quitarle la nacionalidad española a Repsol o de tener un interés por trocear la operadora. Ante esas acusaciones, la firma mexicana ha decidido defenderse.

Para ello, la compañía ha recordado ser un leal colaborador de Repsol desde hace más de 30 años. A través de un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Pemex ha expuesto varios ejemplos en los que ha echado una mano a la compañía española.

De hecho, considera lógico que dos empresas que trabajan en el mismo negocio se ayuden en momentos críticos.Para poner un ejemplo, la compañía ha rememorado los inicios de su amistad. Pemex entró en el capital de Petronor, una de las filiales de Repsol ante la huida de uno de sus socios por la crisis energética.

Otro de los momentos que ha resaltado la firma mexicana es cuando ha dado su apoyo "incondicional" como garante del suministro de crudo cada vez que había problemas de suministros globales.

También Pemex ha querido aclarar que su intención con ese pacto con Sacyr no persigue aprovecharse de la tecnología de la operadora española.

En este sentido, ha explicado que desde que entró a formar parte del accionariado de Repsol se acordó una colaboración conjunta en cuanto a prospecciones petrolíferas en aguas profundas. Este tipo de operaciones es bastante costosa por lo que la alianza con más interesados rebaja los gastos.

La compañía mexicana pone casi su 10% de Repsol en la alianza con Sacyr, mientras que la constructora aporta su 20%, de manera que podrán tener un gran peso en la toma de decisiones de la petrolera española.

Según los argumentos de Pemex, esta unión minimizará el riesgo de intervención de un tercero, le fortalecerá como principal accionista del sector petrolero, mejorará el valor estratégico de la participación y, en caso de venta, le dará más opciones de recibir una prima.

Con esta operación, Pemex reconoce que eleva su endeudamiento, pero matiza que con el dividendo que reparte Repsol a los accionistas pagará la mayoría de la deuda (1.000 millones de dólares).

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