Pesimismo

  • La debilidad de la economía europea y los recelos hacia la capacidad de España de cumplir con sus objetivos de déficit han arrastrado a la bolsa española a un nuevo mínimo anual, que sitúa al selectivo a niveles de septiembre del pasado año.

Raimundo Díaz

Madrid, 4 abr.- La debilidad de la economía europea y los recelos hacia la capacidad de España de cumplir con sus objetivos de déficit han arrastrado a la bolsa española a un nuevo mínimo anual, que sitúa al selectivo a niveles de septiembre del pasado año.

Este mínimo, el cuarto en seis días de cotización, sitúa a la bolsa española en un rango cercano al de marzo del 2009, cuando se anotaron los cierres más bajos desde que comenzó la crisis.

La caída registrada hoy por el IBEX, del 2,09 %, no ha estado aislada, sino que se enmarca en un pesimismo general que ya se ha instalado en todas las economías del mundo y, en especial, en Europa.

Así, Wall Street se desplomó ayer después de saber que algunos de los directivos de la Reserva Federal (Fed) son reacios a aplicar nuevas políticas monetarias expansivas, algo que ha pesado durante todo el día sobre la cotización de las bolsas europeas.

De la misma manera, tampoco ha gustado a los inversores que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijera hoy que los tipos continuarán bajos, porque eso implica que no prevé que la situación económica mejore.

Además, la rebaja de las previsiones de crecimiento en la zona del euro por parte de Standard & Poor's, la cotización a la baja de la moneda única y los malos indicadores de actividad en el sector servicios han contribuido en el hundimiento de las bolsas europeas.

Así, la bolsa de Fráncfort ha cedido hoy un 2,84 %; la de París, un 2,74 %; la de Milán, un 2,42 %, y la de Londres, un 2,3 %, mientras que Wall Street ha cerrado el círculo al abrir con unas pérdidas cercanas al 1 %.

El retroceso de la bolsa española en la sesión ha sido inferior al del resto de grandes plazas europeas, pero cobra importancia porque llega tras la caída del 2,71 % ayer.

Así, el selectivo español queda en 7.661 puntos, un 10,57 % por debajo de la apertura del año, mientras en España pesan nuevas dudas sobre la capacidad del Gobierno para cumplir con el objetivo de déficit presupuestado.

Una de las pruebas de fuego para medir la confianza de los inversores era la subasta de bonos del Tesoro del hoy, que ha tenido un resultado agridulce, ya que el volumen de colocación se ha quedado dentro de la horquilla fijada, pero muy próximo a su límite inferior.

Esto ha disparado la prima de riesgo hasta los 390 puntos básicos, un nivel desconocidos desde noviembre del pasado año, lo que a su vez también ha repercutido en la bolsa.

El valor más bajista del IBEX ha sido Bankia, que ha cedido un 4,4 % después de que empezaran a cotizar sus nuevas acciones, hasta situarse en el mínimo desde que comenzó a cotizar, en julio pasado.

Le sigue Abengoa (-4,22 %) y Acciona (-3,97 %), mientras que solo se han salvado de las pérdidas Ferrovial (2,15 %) e IAG (0,6 %).

Por lo que respecta a los grandes valores, Iberdrola ha cedido un 2,63 %; Banco Santander, un 2,54 %; Inditex, un 2,47 %; BBVA, un 1,65 %; Telefónica, un 1,45 %, y Repsol YPF, un 1,42 %.

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