Policía sudafricana dispersa con balas de goma y gases a mineros huelguistas

  • La Policía sudafricana empleó hoy balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a un millar de huelguistas que se niegan a volver al trabajo en la mina de Amplats en Rustenburg, a 100 kilómetros al norte de Johannesburgo, pese al acuerdo alcanzado entre la empresa y el sindicato mayoritario.

Johannesburgo, 30 oct.- La Policía sudafricana empleó hoy balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a un millar de huelguistas que se niegan a volver al trabajo en la mina de Amplats en Rustenburg, a 100 kilómetros al norte de Johannesburgo, pese al acuerdo alcanzado entre la empresa y el sindicato mayoritario.

Un grupo de piquetes, según informó hoy la agencia de noticias sudafricana Sapa, incendiaron una subestación eléctrica y trató de apoderarse de un camión que suministra a la compañía minera, lo que provocó la respuesta de los agentes.

"La Policía utilizó gases lacrimógenos, granadas antidisturbios y balas de goma para dispersar a un grupo de unos 1.000 mineros", afirmó el portavoz nacional de la Policía, Dennis Adriao, que aseguró que los piquetes impidieron el acceso de los camiones de bomberos al incendio de la instalación eléctrica.

Sam Tselanyane, portavoz de la Policía provincial del Noroeste, región en la que se encuentra la comarca de Rustenburg, confirmó que los agentes debieron intervenir en un segundo incidente, en el que los mineros trataban de hacerse con un camión de Amplats.

La Alianza Democrática (AD), principal partido de la oposición, aseguró en un comunicado que la Policía utilizó fuego real para repeler a los huelguistas.

La Policía no confirmó tal extremo, ni si se han producido heridos o víctimas mortales durante la jornada.

Los empleados de Amplats, división de platino de Angloamerican, debían reincorporarse hoy al trabajo en virtud de un acuerdo entre la empresa y el sindicato mayoritario del sector, la Unión Nacional de la Minería (NUM), para acabar con la huelga de seis semanas.

Amplats se comprometía a readmitir a los 12.000 trabajadores despedidos si la plantilla acudía hoy de nuevo a sus puestos.

Un sector de los mineros ya avisaron de que no regresarían al trabajo hasta ver cumplidas sus demandas salariales de 16.000 rands al mes (unos 1.420 euros).

Aunque es el sindicato mayoritario, NUM ha sido apartado por los trabajadores de la ola de protestas que sacude el cinturón minero de Johannesburgo desde la huelga de Marikana en el mes de agosto, cuando murieron 34 mineros por disparos de la Policía.

Pese a la inestabilidad laboral, el presidente sudafricano, Jacob Zuma, cree que Sudáfrica no está en crisis y que las huelgas "son un signo democrático".

"Las huelgas forman parte de la democracia. Parece que sólo en Sudáfrica hay huelgas, pero las hay en todos los países democráticos, y no por eso decimos que están en crisis", afirmó ayer el presidente en un encuentro con periodistas.

"Lo que hay que preguntarse es por qué tenemos esta situación si ya había acuerdos pactados (entre patronal y sindicatos)", añadió Zuma, en referencia a las asociaciones minoritarias y los trabajadores que han emprendido las protestas al margen de NUM y la negociación colectiva liderada por la central mayoritaria.

NUM forma parte del Congreso Sudafricano de Sindicatos (COSATU), miembro de la alianza de Gobierno que sostiene al Ejecutivo de Zuma.

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