¿Por qué cuesta despegar a las empresas españolas?

    • Resulta necesario un umbral mínimo de tamaño para acometer los procesos de innovación e internacionalización, pero en España el 94,5% de las empresas tienen menos de 10 empleados.
    • El índice global de barreras a la iniciativa privada es en España muy superior a los países de nuestro entorno, con cuyas empresas compiten las nuestras.
Número de empresas
Número de empresas

Nuestra economía cuenta con un tejido empresarial dual, en el que conviven un elevado porcentaje de empresas de tamaño muy reducido -el 94.5 por ciento tienen menos de 10 empleados-, con un pequeño grupo de empresas de elevada dimensión muy competitivas, innovadoras e internacionalizadas.

Tan sólo un 0,7 por ciento del total tiene más de 50 empleados, frente al 3,1 en Alemania ó el 1,9 por ciento en el Reino Unido. Según Eurostat, en España, el número medio de trabajadores por empresa en España es de 4,6 en 2015, menos de la mitad del correspondiente a Reino Unido o Alemania.

La evidencia empírica revela, que "es necesario un umbral mínimo de tamaño para acometer los procesos de innovación e internacionalización que permitan incrementar la competitividad de nuestras empresas", señaló hace tres días BBVA Research en el contexto de un informe sobre La empresa mediana española, 2015, elaborado por el Círculo de Empresarios, del que se hizo eco lainformación.com.

Podemos preguntarnos ahora, en consecuencia, qué barreras existen en España al crecimiento empresarial. ¿Por qué cuesta tanto ganar en tamaño y despegar a nuestras empresas?

Barreras a la iniciativa privada

Los indicadores de regulación del mercado de productos PRM (Product Market Regulation) de la OCDE, permiten una comparativa entre países de las "barreras a la iniciativa privada", que incluyen, a su vez, la complejidad regulatoria, las barreras a la entrada de nuevas empresas, y las barreras a la competencia, según BBVA Research y el Círculo de Empresarios.

En cuanto a la complejidad, el indicador se ha reducido entre 1998 y 2013, pero "se mantiene por encima del estimado para las principales economías europeas", y revela "un sistema de licencias y autorizaciones más costoso en el caso español".

Las barreras administrativas a la creación de empresas -trámites, tiempo y coste- han disminuido también entre el 98 y 2013 respecto al grupo de la UE-5 (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Portugal), debido "a la mayor facilidad para realizar los trámites de las SL (responsabilidad limitada). Sin embargo, las dificultades siguen siendo superiores para las pequeñas empresas y para los autónomos.

El indicador de barreras a la competencia se situaba en 2013 en niveles similares al promedio de la UE-5 (1,1), debido a la mejora "en la desaparición de barreras a la entrada en los denominados sectores de red: energía, transporte y telecomunicaciones", según el informe.

En síntesis, el índice global de barreras a la iniciativa privada es en España muy superior a los países de nuestro entorno, con cuyas empresas compiten las nuestras.No quieren pasar de 50 empleados

"El principal escollo es la complejidad regulatoria". Las exigencias administrativas, burocráticas, laborales y fiscales con que se encuentran las empresas al pasar a la categoría de "medianas" (de 50 a 249 empleados), discrimina en función del tamaño empresarial.

La normativa española vigente es netamente desincentivadora para crecer y superar los 50 empleados. En efecto, según el Estatuto de los Trabajadores, es obligatorio el Comité de Empresa en compañías de 50 o más empleados, se exige auditoría obligatoria si la empresa cuenta con 50 empleados o más, un activo superior a 2,85 millones de euros, y/o cifra de negocios de más de 5,7 millones de euros, y, entre otras normas, los límites para presentar cuentas abreviadas son que el número de empleados no supere los 50, los activos los 4 millones de euros y/ la cifra de negocios los 8 millones de euros.

No es extraño que tenga lugar con este marco una "acumulación anómala" de empresas cerca de los 50 empleados, con datos de Informa, que no quieren dar el salto a la categoría de empresa mediana, como consecuencia de un entorno regulatorio que desincentiva el crecimiento empresarial.

Ese salto, según el Círculo de Empresarios, tendría sin duda "un efecto positivo sobre la productividad o el grado de internacionalización de de nuestro tejido empresarial".

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